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Parto de Maca: Bienvenu a ce monde petit Ernesto

lunes, 31 de marzo de 2014

Todas las mujeres tenemos pánico escénico al parto y a todo lo que se genera a su alrededor. Nos pasamos los nueve meses preocupadas, dando vueltas y vueltas a todo lo que nos cuentan, a los dolores, a nuestra reacción, a que todo vaya bien... Pero, ¿Por qué no podemos pensar que un parto también puede ser divertido?
Os voy a contar el día en el que Macarena, una valiente mamá, con ayuda de su genial compañero Aurélien, dio la bienvenida a su esperado bebé.
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Quien conoce a Maca sabe de su carácter luchador, emprendedor...Una mujer valiente que dejó su vida en Málaga para empezar de cero en Francia. No fue fácil, ni para ella ni para su familia. Dejar su tierra, a la que tanto echa de menos...
Llegó a Limoges. Para aquel que no lo sepa, es una pequeña pero bonita ciudad prácticamente en el corazón de Le France, donde los atardeceres otoñales pintan una bella estampa que hace que esa añoranza se desvanezca por un momento.
Por supuesto, jamás se le hubiese pasado por su alocada mente tener un hijo francés. Suena raro, francés. Y no por nada, si no porque nunca hubiese imaginado que su familia, le esperaba en el país vecino.

Me contaba un día, de esos en los que las anécdotas se te acumulan, que poco antes de saber que estaba embarazada se había reunido con sus amigas en una de esas cenas que sabes como empiezan pero a la mañana siguiente no te acuerdas de cómo terminan. El destino le estaba avisando de que sería la última como premamá.

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Mireia, es así como la conocí. Tenía claro el nombre de su pequeña, no había lugar a dudas, ni a indecisión. Su abuelita merecía ese homenaje, porque allá donde las nubes rozan el cielo. vigilaría sus pasos, la cuidaría.
Sin embargo, y para sorpresa de todos, era un varón, fuerte, tenaz, así sería Ernesto, haciendo honor a su nombre. Pequeño gran Ernesto.

Nunca tuvo claro la fecha prevista de parto, por lo que llegó a pensar que había superado las ¡43 semanas! Todas creíamos que sería la primera en dar a luz, pasaban las semanas, y ella seguía su ansiada espera.

Ernesto ya apuntaba maneras y los médicos avisaron de que sería un bebé grande. Y así fue.

Maca es especial. Tan especial que sus entrañas le decían que sería rápido, que lo disfrutaría. Estaba convencida de que así sería. No tenía miedo, nunca lo había tenido hasta entonces. Siempre luchó por lo que quería y no desistió en su batalla, y ahora no podía ser menos.

Llegó al hospital serena. Sus ojos brillaban de felicidad, reflejaban esa luz que sólo las madres tienen, y se sentía guapa, fuerte.

Dilataba muy lentamente, y no tenía prisa. Se prometió estar tranquila, ser paciente pese a que el reloj del hospital parecía haberse parado. No podía comer y se moría por cualquier bocadillo o dulce.

¡Oh mis piernas! Esa sensación de indefensión le desbordaba. La epidural había calmado sus dolores pero había despertado sus ganas de sentir, quería vivir todo sin pestañear. Era su día, su momento y lo deseaba.

Para su sorpresa, recibió una visita muy especial. Como un ángel caído del cielo apareció ella. Una mujer dulce y preparada que se dispuso a ayudar. Bajó las luces y tras una tenue luz comenzó a masajear su cuerpo haciendo que todo fuese más fácil, más bonito, más suyo. Sus ojos se cerraron, mamá Maca soñaba con abrazar a su bebé, mamá Maca dormía.

¿Dónde estoy? Sus ojos castaños buscaban inquietantes una mirada conocida. Estaba sola en esa extraña habitación. Pronto llegó Aure, y fue entonces cuando sintió que había llegado el momento.

Quiso dar a luz de costado, ya os dije que era especial, a la par que valiente. ¡Foto! ¿Foto? Si, esa es Maca, imprevisible, positiva, tanto, que no podría haber dejado de inmortalizar ese momento, cinco minutos antes de convertirse en madre.

¡Empuja!- Le reclamaba la doctora ¿Qué empuje? ¿Pero y eso cómo lo hago? Apretó de mentirijilla (aún sigo riéndome cada vez que me la imagino empujar de ¿mentira?) Pensó que se darían cuenta de que apenas empujaba y le regañarían, pero contra todo pronóstico, Aure anunció que ya veía asomar su cabecita. ¡Deja de empujar! ¿De empujar? Si no lo he hecho en ningún momento, ¿Qué hago?

No le dio tiempo a pensar más. Estaba ahí. Aure, valiente, tranquilo, ayudó en la llegada al mundo de su hijo. Él le sujetó, él le dio la bienvenida, él cortó el lazo que le unía a su mamá, y comprensivo se lo puso en el pecho, regalándole ese momento que tanto anhelaba.

¡Foto!¿Foto? Si, su primera foto como una auténtica familia, con sus chicos, con sus amores.
Sentía el calor que llegaba del Sur. Sentía que sus padres le acariciaban las manos. Sentía que su corazón le decía que todas aquellas personas que se encontraban lejos, lejos de muchas maneras, habían estado ahí, cerca, viviendo con ella la llegada de Ernesto. Se sintió agradecida y plenamente feliz.


Dice que nada cambió en sus vidas. Todo seguía en su sitio.  Es algo que se repiten cada día.Y es que probablemente, sin saberlo, el destino caprichoso había hecho que desde que se cruzaron sus caminos, el pequeño Ernesto formase parte de ellas.




AGRADECIMIENTOS

Gracias a Maca y a Aure, que aunque él va a ser difícil que lo entienda, se que Maca se encargará de decirle lo buen padre que es y lo valiente que fue aquel 8 de noviembre. Gracias por tu fortaleza, por tu positividad, por todo lo bueno que transmites, mamá Maca.

Como siempre, Macarena quiso responder a unas preguntas sobre su parto:

* ¿Qué fue lo más bonito de tu parto (además de ver a tu bebé)?

M- Lo más bonito fue saber que ya venía. Que todo fuera tan bien y poder compartirlo con Aurélien!

* ¿Qué parte cambiarías de ese día?

M- El próximo, pasaré más tiempo dilatando en casa. Aunque en el hospital estás controlada, se me hicieron eternas las 12hs que pasé hasta que di a luz. 


* Describe con una palabra tu parto

M- ¡Divertido!


* ¿Qué pensaste cuando la viste por primera vez?

M- Lo suave y rosita que era! Lo bien que me sentí al tenerlo por fin en brazos!!

* Un consejo que darías

M- Si pueden, que se hagan un plan de cómo quieren que sea su parto. Es algo a presentar en el hospital a la llegada y que, salvo complicaciones, se debe respetar. Ponerse firmes con las visitas, es un momento especial, necesitamos las 24hs del día para adaptarnos los tres a todo lo nuevo que llega, los demás ya tendrán tiempo de conocer al bebé. Tener en cuenta todas las opiniones que los profesionales nos pueden dar cada día, pero hacer las cosas según el sentido común!!

En el pecho de mamá: Lactancia parte I

jueves, 27 de marzo de 2014

Tenía muchísimas ganas de hablar de la lactancia y no veía el momento. Tengo tantos temas en mente para ofreceros que tenía que buscar el hueco perfecto para algo tan importante. Este no será el único post dedicado a la lactancia.

He de ser sincera y confieso que en absoluto me llamaba la atención todo lo que conllevaba dar el pecho. Sin embargo, cuando me quedé embarazada me di cuenta de lo fundamental que era para el resto del mundo, porque todo aquel que se cruzaba en mi camino, preguntaba con descaro si tenía pensado dárselo, a lo que yo siempre contestaba: "Puessss... nose...espero que sí, pero si no puedo pues no pasa nada".
No tenía muy claro que fuese capaz de hacerlo, por eso enseguida compré biberones, (no está de más tener listos un par de ellos) pero pensé que sería el instrumento perfecto para alimentar a mi bebé.

Como os decía, no se si pensaba en el tamaño (aumenté una talla únicamente), o que veía que no tenía ningún signo de lactancia (nada de calostro, ni hinchazón), pero estaba convencida de que mi pequeño se criaría a biberón.

Hoy en día hay muchísimas asociaciones pro-lactancia que siendo justa, a mi me ponen los pelos de punta. Siempre huyo de los radicalismos, por eso, cuando hablan del parto natural o de dar el pecho hasta los seis años...Porque es lo mejor... Huyo. Huyo porque en lugar de animar a las personas las frustran. Una cesárea puede ser un parto fantástico o un niño de biberón, un bebé sanísimo.

Todas las mujeres tenemos la capacidad de producir leche. No hay leche buena o leche mala, si no factores, que muchas veces son ajenos a nosotras, que desencadenan en la reducción de la misma. Mi parto como ya sabéis fue por cesárea, por lo que tardé cinco días en notar esa subida. Si tuviese otro bebé tengo claro que no volvería a caer en los mismos errores en los que caí con Manuel.

Primer error:  No volvería a seguir los pasos del personal sanitario del hospital. Lo siento, siento si alguna de ellas lo lee, pero creedme que 'gracias' a sus métodos ancestrales, por poco me quedo sin pezones. Tal cual. Y os lo cuento para que, sobre todo las mamás primerizas, estéis alerta con todo lo que os vaya sucediendo.
Mi matrona me había aconsejado comprar pezoneras (os recomiendo las de la marca Medela, 10 euros aprox., con apertura nasal para que el bebé pueda percibir nuestro olor), pero las enfermeras se empeñaron en que mi pequeño debía comer sin ellas, porque de lo contrario nunca más sería capaz de coger el pecho. Falso.


El agua resbalaba por mi cuerpo y se me clavaba como puñales. Temblaba cada vez que mi niño me reclamaba. Ese momento que debía ser bonito, especial, se convirtió en una auténtica pesadilla donde siempre acababa llorando y retorciéndome de dolor.
Usé pezoneras durante un mes, echándome litros de Purelán (recordad que ya os hablé de este 'must' en mi post '¿Quién dijo miedo?) e incluso me sacaba leche (sacaleches de la marca Medela, electrico: 150 euros y manual: 65 euros) y se la daba en biberón hasta que me recuperé por completo.
Truco natural: Una buena y gratuita opción para curar las heridas es darte delicadamente con tu calostro sobre la parte agrietada.

 Conseguí por mi misma alimentar a mi hijo, hoy en día continúa con leche materna. Y es que, si queréis un consejo, las madres sois vosotras, actuad como consideréis. Nadie mejor que una madre conoce a su retoño.

Cuento mi experiencia, y se que quizá haya personas que no estén de acuerdo, por eso este blog es un punto de encuentro y de opiniones, de vivencias, que todas son válidas y necesarias.

La lactancia materna es el método más 'cómodo', barato, nutritivo y necesario que hay, pero también tiene sus contras. Llevo casi cinco meses despertándome (a veces no consigo abrir los ojos de cansancio), cada dos horas y media, tres, a veces cuatro, y alguna extraña vez ¡siete y ocho! Papá no puede ayudarme y esa es una de las súper ventajas del biberón, dicha tarea se comparte.

El padre forma parte activa de la crianza del pequeño y al mismo tiempo deja un espacio libre de descanso y recuperación de la mamá. Se me vienen a la mente muchas amigas madres. Una de ellas, me decía que por culpa del personal de neonatos tuvo que dejar la lactancia materna, aún pudiendo alimentarle.Y se sintió mal, muy mal, lloró muchísimo, pero hoy en día es feliz, tan feliz como las que damos el pecho y ha aprendido a ver el lado positivo de ese proceso. Otra mami tuvo un parto 'algo' difícil y su pequeña tuvo que estar unos días en la UCI, durante los cuales tomó biberón, por lo que aunque lo intentó por activa y por pasiva, finalmente tuvo desistir.

Después de casi cinco meses, reconozco que me encanta dar de mamar a mi hijo. Sentirle cerca, ver la cara de satisfacción que pone cuando le meces en tu pecho, e incluso aún me maravillo cuando le cae esa gotita de leche por la comisura de sus labios. Pero ese vínculo tan especial que muchos dicen se crea cuando das de mamar,  pienso que existe no por el hecho de dar pecho, si no por el amor que una madre profesa a su hijo cuando le tiene en brazos. Independientemente del instrumento que usemos para darle de comer.

Obviamente, para las madres que trabajamos, la lactancia se convierte en un juego de malabares y con plenos obstáculos difícil de superar (espero que algún día alguien coherente ponga solución a este dilema). Algunas ya sabéis que la leche materna se puede congelar y puede tener una duración de 4 a 6 meses. Yo particularmente he comprado unos vasitos de 180 ml (18,90 euros aprox.) aptos para el congelador e incluso válido para el sacaleches de la marca Avent. También pueden usarse para congelar purés o para transportar fruta. Estas son las 'ventajas' del Siglo XXI.


Hay miles de mitos que desenmascarar sobre la lactancia. Falsas creencias que por supuesto todas hemos pensado en algún momento y que nos han inquietado. He decidido dividir este tema tan fundamental en varios posts, por lo que el próximo jueves continuaremos viendo las verdades y las medias tintas de lo que es sin duda, el tema por excelencia de la maternidad.

Feliz jueves a tod@s!
PD. Os recuerdo que podéis enviarme experiencias, consejos que os gustaría compartir, recomendaciones... Para ello, tenéis disponible el email de Llámamemamá: llamamemama@gmail.com

Parto de Irene: Llámame mamá

lunes, 24 de marzo de 2014

"Su mano mece tu cuna,
su boca te canta una nana,
tu ángel desde el cielo
te protege y te aguarda"

Gracias compañero. Gracias amigo. No podía empezar de otra forma que no fuese dándote las gracias, simplemente por embarcarte sin miedo en tantas y tantas aventuras que hemos vivido juntos. Has sido siempre generoso, dejando todo creyendo en mi, en nosotros. Siempre me has dado todo, tus sonrisas, tus te quieros, tus días buenos, tus días malos, has sido mis piernas y ahora mis manos. Has apostado por hacerme feliz, porque has conseguido hacer que cada día sea mejor que el anterior. Gracias por cruzarte en mi camino y por guiar mis pasos, gracias por ser tú, porque ser como eres es lo que te hace distinto, inmensamente especial. A ti, papá Manuel.

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Había soñado contigo, siempre. Sabía que esperabas el momento ideal para llegar a mis brazos, para conocerme. Lo sentía, mi corazón me decía que eras mío, que eras nuestro, palpitaba con fuerza, inquieto, incluso antes de llegar. Esperaste tranquilo, sentado, siguiendo los pasos de mamá. No querías arriesgar, no querías que sufriera, querías llegar al mundo a tu manera.

Llevaba semanas imaginando cómo sería ese día pactado. Me pasaba las noches repasando cada instante. Nunca veía tu cara, pero tu corazón latía cerca del mío y me inquietaba. Las horas pasaban lentas. Los nervios no me dejaban pensar en otra cosa que no fuese tenerte. ¿Cómo sería ese momento? 

La última noche. No sabíamos si reír, si llorar, de lo único que éramos conscientes es de que estábamos a punto de tener nuestra propia familia. Nos considerábamos un equipo, yo no soy sin ti y tú sin mi tampoco, ahora todos somos uno. Los meses habían pasado rápido, noviembre había llegado y estábamos a las puertas de dejar de imaginarte.

Recuerdo el camino al hospital. Tenía la mente en blanco, estaba serena, preparada. En apenas media hora te esperaría. Pasamos rápido y mis piernas comenzaron a temblar. Ahora si, tenía miedo, incertidumbre. Empezaron a desbordar en mi cuerpo todos aquellos sentimientos ocultos, encontrados. Me convertí en mujer en aquella sala de observación. Nos enseñaron tu pulsera, la pulsera que te pondrían y que te identificaría como mío...Creo que ese fue uno de los momentos más emotivos para papá y para mi, cuando comprendimos que eras real y estábamos a un paso de encontrarte.

Fui valiente, respiré y esperé tranquila tu llegada. Los médicos me rodeaban y mi alma estaba fuera, en la sala de espera, donde papá aguardaba nervioso, tímido, preparándose para convertirse en tuyo. No estábamos solos mi niño, tu ángel cuidaba de que nuestro encuentro fuese perfecto, y sentía su presencia agarrando suavemente mi mano. 

¡Un brazo! ¡Ohhh, Manuel! En ese momento lloré, lloré con fuerza, con tanta fuerza como tú. Lloré con ganas, de alegría, de sorpresa, de emoción, lloré por que nos merecíamos ser felices y tú eras nuestra felicidad. Te asomaron por encima de aquella dichosa cortina verde ¡Buenos días príncipe! Esas fueron mis primeras palabras, las mismas que repetía cada mañana al despertarme desde que supe de tu existencia.

Las lágrimas no me dejaban ver con claridad, pero eras perfecto. Simplemente perfecto. Fue un momento mágico y único y sólo quería que supieses lo mucho que te deseábamos. Recuerdo tu llanto al limpiar tu suave y nuevo cuerpo y pensé: "Está aquí, vendrá a casa, es nuestro, ese llanto es nuestro".

¡Felicidades mamá! MA-MÁ. Era yo, era a mi. Era la primera vez que me llamaban mamá y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Era madre, la madre de mi pequeño Manuel.
Una enfermera se acercó para presentarnos. Mis ojos se iluminaron y mi corazón latía rápido, ese era nuestro bebé, ese eras tú. Unos ojos rasgados y vivos, muy abiertos me saludaban. Te quería, y no sabía cómo. Pronto te llevaron con papá. Quería imaginar ese momento, veros juntos, a mis chicos, a mis Manueles, a mis razones de vivir.

Te cogió temeroso entre sus brazos, nunca había tenido un bebé tan pequeño en su pecho, pero empezaba su función como padre y debía darte calor, su calor. Te miraba, te observaba, intentaba no parecer nervioso para que tú estuvieses tranquilo. Aquellas horas os unieron, fue un regalo indescriptible, la manera más dulce de encontraros.

Dos horas eternas. Quería veros, abrazaros, alimentarte. Quería estrenarme como madre, poner en práctica lo aprendido. Pero te confieso, pequeño príncipe, que estaba asustada. Me sentía pequeña, débil, temía no estar a tu altura.

Esa noche, mágica noche, la pasé mirándote. No podía dejar de hacerlo. Tengo grabada esa imagen, tu cara diminuta pero formada sobre mi pecho. Tus ojos adormilados. Tu respiración rápida, tierna. Tu aliento rozando mi cara. Tu piel, tu suave piel inmadura y rosada. 

Nuestra vida estaba completa, porque tú ya habías llegado. Cada día, a partir de entonces, nos despiertas con tu luz, con esa pícara sonrisa que hace gritar a los cuatro vientos que todo merece la pena. Cada segundo a tu lado, a vuestro lado, es un regalo del destino.

Alguien te envió, besó tu frente. Esa estrella que brilla por ti en el firmamento.Aquel que mece tu cuna. Aquel que protege tus sueños. Aquel que estés dónde estés guiará tus pasos. Aquel que te presta su nombre, Manuel,  petit Manuel, tan suyo, tan nuestro. 



AGRADECIMIENTOS

Mi agradecimiento es únicamente a la vida, por poner en mi camino a personas tan extraordinarias que hacen que viva cada segundo como si fuese el último. Manuel, mis padres, mi hermano, mi suegra, mi familia, mis amigas...Gracias a todos!

Normalmente, después de contar cada parto la mamá responde a unas breves cuestiones, pero esta vez me he encontrado con una grata sorpresa que quiero compartir.
Seis amigas, seis mujeres, seis mamás han querido regalarme un presente muy especial. Han querido dedicarme unas palabras sobre aquel fantástico miércoles de noviembre, cuando Manuel llegó a mi vida, y también a las suyas:

No podía llegar al mundo de otra manera, aunque ella soñara que sí, él quería oír de cerca el corazón de su mamá, saber que todo iba bien. Así nació Petit Manuel, cariñoso, queriendo proteger hasta el final a nuestra luchadora súper mamá. (Maca y Ernesto)

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Por fin llegó el día en que nuestro petit Manuel se hizo conocer, un día tan esperado por todas las supermamis.... Sobre todo su supermamá Irene. Un día en el que me sentía como si naciera el mío, nervios, impaciencia, felicidad e incluso envidia de la buena sentí, porque ese día tendría que haber nacido el mío también, pero se hizo de rogar tres días más. Cuando nuestra Irene nos mandó una foto de nuestro petit Manuel me enamoré, qué niño tan bonito por favor, cada día más guapo y cada día haciéndoles más felices a sus padres. (Izan y Eli os quieren mucho)

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 Dicen que el parto es la única cita a ciegas en la que puedes estar segura de que conocerás al amor de tu vida; y Manuel quiso llegar a su cita y esperar puntual, sentado y con todo bien organizado. Nunca olvidaré que el 6 de noviembre fue lo que nos alegro el día.
 ( Miriam  y Lucas) 

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  Tras el nerviosismo de las últimas semanas pensando que nuestro pequeño Manuel podría darse la vuelta en último momento, llegó el gran día, la fecha que el ginecólogo había dado para hacer la cesárea y ver la dulce carita de Manuel. (Saray y Shamara)   

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Llegó tu día!! Ya habían nacido mis amores, Clara, Shamara y Lucas y llegaba el momento de recibirte, Manuel. Pronto llegarían mis amores, Ernesto, Izan y mi pequeña Daniella! Estaba nerviosa y miraba el móvil cada dos por tres...Andaba de un lado para otro con ganas de verte, de recibirte entre nosotr@s. Todo iba a salir genial y pronto te vería en los brazos de tu Mami querida!! Y...por fin...llegó ese ansiado momento. Miré el móvil y ahí estabas!! Una emoción maravillosa recorrió todo mi cuerpo...Cúanta felicidad Dios mío!! Bienvenido al mundo Manuel!!    Cómo lloré , madre mía. Corriendo fui a mostrarles a mis padres y a Toni tu preciosa carita mi niño lindo!! Qué felicidad para tí Irene, ya eres MAMÁ, me dije!  Qué precioso fue recibiros a tod@s!   ENHORABUENA SUPERMAMÁ, ya está contigo!!   Nunca olvidaré todos los momentos que he vivido con vosotras tan intensos! Gracias de todo corazón!   Gracias IRENE por revivir estos momentos tan especiales, como el ser "Madres juntas"!! Eres una artista! ENHORABUENA SUPERMAMÁ!!!! Os quiero mucho a todas y a mis peques preferid@s!! Gracias una vez más. 
( Siempre, Daniella y Xisca)   

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Anda que no se hizo esperar el 6 de noviembre... Todas deseando que el pequeño (perdón, petit) Manu se diese la vuelta pero él, como buen hippie, pasó de todos y nació como le dio la gana. Supongo que el hecho de que fuese también cesárea me hizo vivir tu parto con más intensidad, ya que suponía cómo te estabas sintiendo en todo momento. Qué sensación cuando te miras en el espejo cada día y ves la cicatriz, verdad!? Es la marca más bonita que una persona puede tener y de la que más se puede presumir... Qué afortunadas somos! ;) Me alegro mucho de que nuestros caminos se hayan cruzado, eres una persona especial, de esas que tienen duende... Por muchas irenadas más!!! (Bea y Clara)



¡Los mejores para papá!

viernes, 21 de marzo de 2014

Y como lo prometido es deuda...Aquí tenéis los mejores regalos del Día del Padre.

Vamos a ser justos y a enaltecer a todas las mamás que han puesto tanto esfuerzo, cariño e ilusión para que papá tuviese el regalo que se merece.

¡Bravo por ellas! Por las témperas destrozadas, los dedos picados de coser, los encargos de última hora, por sacar todo el arte que llevan dentro...¡Todas sois unas súper mamás!

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¡Llámamemamá también es internacional! Por eso, desde Francia, más concretamente desde Limoges, Aure nos envía este tierno calendario, regalo de su pequeño Ernesto. Sin duda, cada día a su lado será festivo.


 
Ainara venía sin instrucciones, así que decidió ayudar a su papá Iñaki con este genial libro de cómo ser un padre primerizo. Estoy conevncida de que no le hace falta, ya que vive por y para su pequeña.

 
Lucas quería que supiésemos con esta original camiseta, que su papá (Lucas jefe) es el más 'cool'. Pero para 'cool', este genial marco que ha regalado a su abuelito, ¿Adivináis cuál es su profesión?


 
 
 
 
¿Alguien puede decirme sí hay alguna forma más dulce que esta para empezar el día con una sonrisa? Como no podía ser de otra manera, la tierna Clara quiso poner 'azúcar' a la vida de su papá Gonzalo.
Pero no contenta, le gritó al mundo lo mucho que le quería.
 






Javi es un papá experto y tras recibir ropa, zapatillas y una pulsera, leyó emocionado esta nota tan especial que sus hijos Junior y Shamara le hicieron con todo su corazón.


Eli estaba preocupada. ¿Qué podría regalarle Izan a su papá Raúl? Qué mejor idea que demostrar su arte con este espectacular retrato de su retoño. Además de este lienzo que toda la familia dará color con témperas. Y por si no fuese suficiente, las manitas de Izan acompañarán a su papá y a su abuelo en cada viaje.


 
Y no me podéis negar el orgullo que siente Juan al saber que 'de tal palo es tal astillita'.  Feliz con su regalo y feliz con el pequeño gran Luca.



Y para mi, el siguiente detalle tiene una carga muy emotiva, es especial, ¿Por qué? Porque son ¡mis chicos! Después de hacerle una yinkana a papá con diferentes regalos, le obsequiamos con un diploma al mejor padre del mundo. Pensé...¿Qué es lo que más le gustaría para poder decorar el marco? ¡Chuches! Conseguimos endulzarle el día!

 
Quiero dar las gracias a tod@s los que habéis querido participar en este bonito homenaje a todos los súper papis y espero os haya gustado este breve pero intenso espacio. Gracias!!!!

 



Regalos con alma

jueves, 20 de marzo de 2014

Cuando Maribel contactó con Llámamemamá me entusiasmó mucho la idea de poder crear un post especial y participar de esto. Creo firmemente en las personas, y más aún si son emprendedoras, y ella ha demostrado que lo es.

Maribel no se dedica exclusivamente a esto, ella es periodista, pero ha visto una pequeña salida en esta tiniebla laboral denominada crisis. Hay gente que nace con un don artístico y tengo el privilegio de poder compartirlo con todos vosotros.

Se acerca la época de bautizos, comuniones, bodas y nos volvemos locos pensando qué podemos regalar. Huimos de los convencionalismos, a mi al menos me gustan las cosas originales, esas que se salen de lo habitual, esas que te tocan un poquito el alma cuando te las dan, y más aún sabiendo que son artesanales. La originalidad y el buen hacer quedan plasmados en todas y cada una de sus creaciones.

Cuando me decidí a 'bucear' en Regalos Únicos y Personalizados lo hice dejándome llevar por los pequeños detalles, y obviamente pensando en si yo lo compraría, y por supuesto que sí lo haré.

¿Tenéis algún familiar, amigo, amiga que hayan tenido un niñ@ recientemente y no sabéis qué regalarle? Os aseguro, que un lindo obsequio, fuera de la típica ropa o cesta, es este cuadro diseñado en gomaeva en un lienzo de 20x30 y personalizado con el nombre del bebé. Una bonita manera de darle la bienvenida a su nuevo hogar. (12 euros)











Las historias con final feliz son mis preferidas. Por eso, cuando Maribel me explicaba la magia de este libro me vi en la necesidad de contároslo. Alex y Eva fueron dos niños muy esperados por sus padres y este cuento tan especial cuenta de la manera más dulce y tierna la tan ansiada espera de sus papás.

Sin duda, un recuerdo inolvidable para que cuando sean mayores se sientan orgullosos de su historia.



Marca páginas, llaveros, cestitas y broches se pueden convertir en los detalles perfectos para una gran celebración. Recordad que siempre podéis personalizarlos y ofrecer una idea de lo que queráis, porque lo importante es la satisfacción del cliente y el sentir que es el regalo ideal para ese preciso momento. El precio oscila entre los 2,50 euros y los 4 euros y tiene un pedido mínimo de 10 unidades.

He de confesar que de haber conocido la web antes del bautizo de mi hijo, me hubiese decantado por los simpáticos marca páginas con el nombre del pequeño y la fecha de la celebración. Sin duda, todo un acierto.





 
 
 
 
Y si lo que buscáis es regalaros algo bonito, lo tenéis muy sencillo. Fundas para los móviles, Ipad, Ibooks... Diseños originales y divertidos con vuestro nombre y con los detalles que más os gusten.
 
Se que muchos de los que seguís Llámamemamá sois amantes de los animales. En Regalos Únicos y Personalizados también tenéis un espacio para vosotros´y vuestras mascotas. Con colgantes para el retrovisor del coche, o carteles que avisen de vuestro 'peligroso' perrito. Os van a encantar en cuanto los veáis.
 
Además Regalos Únicos y Personalizados quiere premiar a todos aquellos que hagáis un pedido superior a 50 euros e indiquéis que venís de parte de Llámamemamá con un descuento del 10%!!!!!
 
Pienso que precisamente ahora es un buen momento para apoyar todas las iniciativas creativas, originales, manuales que lleguen a nuestras manos. Debemos dar salida y cabida a productos con imaginación, con esfuerzo y lo que para mi es más importante, a los regalos con alma.
 
 
Para cualquier consulta, realizar pedidos o información sobre envíos, podéis poneros en contacto en:
 
Regalos Unicos y Personalizados
Contacto: Maribel
 
 
 
 
 

 

 
 
 
 
 
 
 
 


Parto de Miriam: ¡Bienvenido pequeño Lucas!

lunes, 17 de marzo de 2014

A veces la vida da una tregua. Piensas que todo se vuelve en tu contra y de repente un regalo con lazo azul llama a tu puerta.
Eso es lo que debieron pensar Lucas y Miriam. Llevaban años juntos, quiriéndose, conociéndose y pese a su juventud, amándose en lo bueno, pero aún más en lo malo.
Se aventuraba frío el mes de febrero, la próxima llegada del bebé lo volvió cálido. Aún  quedaban meses de dudas, de miedos, de ilusión. La vida les mandaba un guiño de felicidad.

Parecía premonitorio, Miriam estaba convencida que el 30 de octubre nacería su pequeño. Había estado ultimando todo, ilusionada, nerviosa, y aunque ella lo negaba creo que estaba preparada.

Lucas se fue a trabajar. Era de madrugada. Nada hacía presagiar que ese día se convertiría en uno de los mejores de su vida.

Pero ella era consciente de que pronto dejarían de ser dos. Empezó a sentir molestias, poco a poco recibía señales de su interior. Su bebé estaba listo, había llegado el momento y no podía esperar. Las contracciones se repetían cada tres y cinco minutos. Recordaba con añoranza las respiraciones y era la hora de ponerlas en práctica. LLamó a Lucas. Pronto se dirigieron hacia el hospital.
Era madre primeriza y sin embargo tuvo la templanza de volver a casa y darse un largo baño caliente. Si, necesitaba relajarse. Su cabeza iba a mil por hora, pero sabía lo que le convenía y quería hacer las cosas bien. Pero ya no podía más. El dolor angustioso se acentuaba con cada contracción.

Avisaron con una nota a la familia..."Mamá, no vendremos a comer, vamos al hospital". En ese instante su vello se erizó y un escalofrío recorrió su espalda. La próxima vez que les viese ya sería madre, era extraño.

Estaban solos en aquella habitación de hospital, las horas pasaban y el dolor nublaba sus pensamientos. Sólo quería verle, tocarle, sentirle. Sólo quería que por una vez las cosas saliesen bien.
Todo fue rápido. Había sido una valiente y no podía creer lo que estaba a punto de suceder. Se miraban, se daban la mano. Él la animaba y la calmaba, la besaba y sufría su dolor. La epidural ayudó a que se relajase y de una vez por todas pudiese disfrutar de su momento.

"Ya está. Miriam, tranquila, pronto estará con nosotros"- Se repetían una y otra vez mientras los médicos observaban, anotaban y decidían.

¡Empuja, empuja!, pero Lucas no podía salir. Valiente pequeño. Miriam no podía más, lo intentaba una y otra vez con todo su corazón y su alma. Eran tantas las ganas que tenía de conocerle...
Pequeño y travieso Lucas. Se acababa la tarde y decidieron ayudarle instrumentalmente. Él no la dejó, permaneció nervioso pero convencido a su lado, dándole fuerza y energía. Todo iba a salir bien y lo sabían.

Y allí estaba. Blanquito, guapo, suave. Miriam no podía dejar de llorar, lo habían conseguido. Habían logrado sentirse completos, formar su propia familia. Las lágrimas empañaban la imagen mientras un bebé de 3,160 kg le saludaba con su llanto fuerte y esperado. Donó el cordón, era algo que siempre pensó hacer.

Se lo pusieron al pecho y entonces sintió que ya era mamá. Debía cuidarle, velar por él. No podían dejar de mirarle, era tan perfecto... Nada podía estropear aquella magia que en esa sala ellos habían creado. Sus chicos, era todo mejor de lo que jamás había imaginado.

Pronto subieron a planta y allí esperaban impacientes para conocerle. Era emocionante. Aquella primera noche apenas pudo dormir. Sólo quería mirarle, alimentarle, sentir su nueva piel, tocarle, simplemente oirle respirar. Era mamá, ya era madre y estaba preparada para todo lo que estaba por venir. No esperaban nada más de la vida, a veces dura, y otras tan espontánea que te regala la felicidad de una manera sobrehumana.

La noche era gris, gris oscura casi negra, y a lo lejos, dos estrellas brillaban con tanta fuerza que iluminaban el firmamento. Sin duda, era festivo en el cielo. Bienvenido pequeño Lucas, siempre te cuidaremos.



Después de contarme su parto, Miriam contestó a unas preguntas que me atreví a hacerle, espero os sirvan de ayuda.
*¿Que fue lo más bonito de tu parto (además de ver a tu bebé)?
Miriam-Lo más bonito de mi parto además de ver a Lucas fue ver a Lucas papá como se le veía de feliz, que creo que más que nadie lo merecía. Y me sentí genial de formar parte de su felicidad. Y el poder sentir el piel a piel con Lucas, olerle, abrazarle ya que cada día me imaginaba ese momento.

*¿Qué parte cambiarías de ese día?
M-NADA. Porque sino no sería mi parto jeje a pesar de pasé dolor fue el día más especial de mi vida, pensaba que cada dolor era un paso para estar más cerca de Lucas.
*Describe con una palabra tu parto
M-¡¡IMPRESIONANTE!!
*¿Qué pensaste cuando le viste por primera vez?
M-No me lo creía que estaba viviendo ya ese momento que tanto ansié e imaginé. Se parecía a cuando le vimos en la 4D. Y lo vi muy blanquito que yo lo esperaba colorao jaja. Y pa mí guapisimo!! Perfecto de tamaño y todo lo que yo pedía.
*Un consejo que darías
M-Lo típico, que se disfrute da cada segundo que es único.

AGRADECIMIENTOS

Gracias a Miriam y a Lucas, por dejarme contar su historia y sobre todo gracias por haber formado esta bonita familia. Gracias al pequeño y travieso Lucas porque eres la viva imagen de la felicidad.

El regalo de mi papá

jueves, 13 de marzo de 2014

Reconozco que suspendo a la hora de cualquier manualidad. Está claro que mi fuerte no es ser original al hacer un regalo propio, pero admiro profundamente a todas esas personas capaces de sorprender con su imaginación.

Se acerca el Día del Padre, ¿aún no tenéis decidido qué regalar? He pensado que sería buena idea recopilar los detalles más orginales, sorprendentes pero al mismo tiempo accesibles, que podemos encontrar en la red.

Mejor huir de convencionalismos; nada de corbatas, gemelos, relojes, plumas, calcetines, calzoncillos y derivados. A veces, las pequeñas cosas son las que construyen grandes momentos.

He encontrado varias páginas con multitud de regalos curiosos, sencillos, baratos, que estoy convencida, os encantarán.

-El recién nacido: Es una página muy bonita y dulce, es lo que me ha transmitido al abrirla, con multitud de cosas interesantes, de estas, que sin darte apenas cuenta, te han robado una sonrisa.

Set regalo para padres e hijos. Día del padreRegalos originales para abuelos. Camiseta árbol
¿No me digáis que no os parecen originales y tiernas estas camisetas (29 euros)?

Taza personalizada Super Padre

O quizá, recordarle cada mañana lo buen padre que es, mientras disfruta de esta cariñosa taza personalizada (6 euros).

Lo mejor de todo es que si vivís en la Península aún estáis a tiempo de hacer vuestro pedido. En 24 - 48 horas lo tendréis en vuestro hogar.

- Simply Colors: Y aquí he encontrado lo que estaba buscando. Algo diferente, simpático, peculiar.
¿A qué bebé no le gustaría gritar a los cuatro vientos el padre tan guapo que tiene? Podéis adquirir camisetas para vuestros pequeños con divertidas frases que  te permiten jugar con el texto, los colores, el tamaño de letra. Sin duda, hará las delicias del homenajeado. El precio inicial es de 15 euros, cuantos más detalles añadas, más se incrementará, pero merece mucho la pena.

Por supuesto, podéis hacer el pedido hoy mismo y antes del domingo 16 lo recibiréis. Si preferís dejarlo para el último momento porque estáis indecisos, no hay problema, mediante el servicio exprés tenéis de plazo hasta el próximo martes 18.

-Regalo original: Uno de los detalles que está en pleno auge y que se está conviertiendo en el 'must' de los regalos, es una cesta sorpresa con un genial desayuno, completo, rico, que le haga empezar el día lleno de energía, con las pilas cargadas (44 euros).




Lo cierto, es que sigo pensando que la esencia de este día tan especial reside en los pequeños y personales detalles. Aquellos en los que mamá participa, llena de orgullo, manchada de pinturas, y con cara de satisfacción por el trabajo bien hecho en equipo.

Por eso, he continuado buceando por la red ansiosa porque alguien me diese una idea. Que algun alma caritativa me explicase de una forma 'preescolar' qué puedo hacer para mi papá del año.

Y encontré algo sencillo y económico. Estos marcos son sólo un ejemplo a seguir y que obviamente podemos personalizar a nuestro gusto. ¿Cuál es la profesión de papá? Esto nos puede dar una idea para elegir los materiales. Esta es la página web con el tutorial (en inglés) Parentdish



Pero si preferimos deleitar al 'jefe de la tribu'  con unos ricos aperitivos temáticos, aquí tenéis esta exclusiva receta que sorprenderá a los mas exigentes paladares. Podéis usar vuestra imaginación y ese ingrediente tan de moda, foundant para construir verdaderas obras de arte como las que nos muestran en Dulces Modelados.

foto dia padre camisa azul oscuro cakes whit lovecamisa blanca Cake central

Y ya que nos ponemos a regalar, una buena idea es comprar ayudando a los demás. Para ello, os recomiendo que os acerquéis a cualquier taller ocupacional de personas con discapacidad, que estarán encantados de ofrecer sus estupendos y elaborados trabajos por un precio poco significativo. Cargados de sentimiento...estoy segura que será una muy buena opción.

Ejemplo de ello es el centro/taller  Ocupa2, de Málaga, su página web www.ocupa2.org.



Todo artesanal, barato, divertido y lo que es aún mejor, ayudáis con poco a la integración de personas con discapacidad intelectual.

Lo que está claro es que hagáis lo que hagáis, compréis lo que compréis, ese día papá será la envidia de quienes le rodean. Muchas veces les dejamos inconscientemente en un segundo plano. Nos cuesta darnos cuenta de la importancia de su papel. Un padre es un amigo, un jefe, un referente, es aquella persona en la que nos apoyamos cuando nos sentimos débiles. Papá es juego, diversión, pero al mismo tiempo respeto. Un papá es y será el mejor compañero de aventuras, y debemos hacérselo saber.

PD. Queda abierto el email de Llámamemamá para que me contéis cuál ha sido vuestro regalo del Día del Padre y me enviéis una foto. Los más originales serán publicados en unas semanas.

Parto de Saray: Shamara, nuestra pequeña guerrera

lunes, 10 de marzo de 2014

A veces le miro y me cuesta creer que sea mío, que sea nuestro. ¡Y ya han pasado seis años!
Creí que se me olvidaría eso de cambiar pañales, de dar biberones, de no dormir, pero creo que cuando eres padre por primera vez, estás preparado para serlo siempre.

Éramos jóvenes y felices con nuestra pequeña familia. Todo el amor que teníamos era para él, nuestro pequeño. A veces, cuando le observaba con atención me preguntaba si sería posible querer a alguien de la forma inmensa e incondicional que yo le amaba. Lo es. Hoy puedo decir que mi corazón tiene cabida para adorar a mis dos hijos, a mis razones de vivir, a los dos por igual. Y eso es algo indescriptible.

 En la semana 28 mi princesa Shamara, guerrera Shamara, quería salir. Inocente pequeña, creyó que había llegado el momento. La preocupación aumentaba. "Aún no, espera princesa, espera un poco más, que aquí estaremos en noviembre para recibirte"- Me repetía una y otra vez. Tras una semana de hospitalización, y con un gran apoyo médico, salimos de la clínica convencidos de que aguantaría, ya que aún le quedaban doce semanas para conocernos.

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Era temprano. Oviedo amanecía frío y las hojas de los árboles correteaban inquietas bajo mis pies. Largo octubre. Nos dirigíamos hacia el colegio y mi mente quedó en casa, junto a ella. Álgo me decía que se acercaba el mágico momento de revivir lo que hacía cinco años había sido el mejor día de nuestras vidas. Pronto mi familia estaría completa. Esta vez sí.

Rápido, besé a mi niño en la frente a sabiendas de que a partir de entonces debería ejercer como hermano mayor. Corrí hasta llegar a casa, mis temores y mis miedos no me dejaban pensar con claridad. Abrí la cerradura tembloroso y enseguida la vi. Dolorida, pero fuerte, con ese tesón y energía que sólo Dios sabe, tienen las madres. Había sido capaz de preparar a mi hijo para ir al cole y ¡estaba a punto de dar a luz! Sé que para un hombre esa sería una hazaña demasiado complicada.

 ¡Javi, vámonos! ¡Vámonos ya o no llegamos!- Repetía

¿Llamo a una ambulancia? ¡Ni si quiera era capaz de recordar el número!¿Cojo mi coche? Por un momento me sentía débil y flojo, novato de nuevo quizá. Temblaba. Mis piernas se retorcían intentando no fallar. No podían fallar ahora.

Consiguió vestirse, creo que su valentía me abrumaba, y deprisa montamos en el coche. Ella iba controlando las contracciones y yo...Yo no podría deciros en qué pensaba, me encontraba noqueado. Saqué un pañuelo blanco. No llegábamos. Mi guerrera Shamara quería hacerse notar.

Entramos en la sala de urgencias, y rápido el personal sanitario se puso manos a la obra, pero era tarde, su cabeza empujaba más y más, por lo que decidieron actuar  allí mismo.

No hubo sala de dilatación, ni silla de parto. No hubo gorros verdes, ni espejo, ni más dolores que los que mi mujer llevaba controlando como una leona desde hacía una hora. Mi pequeña princesa vio la luz del mundo en la sala de urgencias, de pie, sin epidural, ni sufrimiento. Y allí la recibimos, bendito 29 de octubre...largo, pero dulce octubre.

Cuando la ví me sentí aliviado. Me sentí completo, realizado. Me sentía orgulloso de mi mujer, gran mujer y aún mejor madre. Pese al malestar, al dolor, a los nervios, había hecho cotidiano aquel imprevisible martes de otoño. No quería que mi pequeño fuese preocupado al colegio, esa es la magia de ser mamá.

Ahora les miro con satisfacción. Miro con orgullo esa familia que juntos hemos formado y sólo puedo dar gracias. A veces, el papel de padre no es fácil.

 Dicen que la mujer es el sexo débil y yo no lo creo así. Tener un hijo es un trabajo duro, pero tener dos es convertirse en un súper heroína. Admiro profundamente su entereza, su valor, su dedicación. Muero por cada sonrisa que nos dedica incluso cuando por dentro prefiere llorar. Siempre estaré a su lado, porque teniéndola cerca lo difícil se hace fácil, porque sin ella jamás hubiese sido el hombre, padre y esposo que ahora soy.






Después de contarme su parto, Saray contestó a unas preguntas que me atreví a hacerle, espero os sirvan de ayuda.

* ¿Qué fue lo más bonito de tu parto (además de ver a tu bebé)?

Saray-Lo mas bonito de mi parto fue ver la carita de Junior al entrar en la habitación y ver a su hermana, ver como le brillaron los ojos al ponersela en sus brazos.

* ¿Qué parte cambiarías de ese día?

S- Pues la verdad no cambiaria nada fue todo perfecto, parece que Shamara esperó a que papá llegase del cole y nos diera tiempo de llegar al hospital jajaja.
El dia entero fue maravilloso.

* Describe con una palabra tu parto

S- RAPIDISIMO

* ¿Qué pensaste cuando la viste por primera vez?

S- Buff no me lo podia creer aunque ya tengo a mi niño, que le quiero  con locura al ver a mi princesa me senti llena por completo

* Un consejo que darías

S- Bueno siempre podemos dar consejos a las mujeres embarazadas y vienen muy bien pero cada mujer es un mundo y no todas lo vivimos de la misma forma cada parto es diferente.
Mi gran consejo es que lo vivan al maximo, que disfruten de cada momento porque podrán tener más hijos o no, pero cada embarazo es una nueva y diferente aventura.

AGRADECIMIENTOS
 
Gracias a Saray por estar siempre ahí. Por ofrecer sus sabios consejos, por ser una súper mamá y un ejemplo a seguir. Gracias a Javi,  y al mismo tiempo disculpa, por haberme 'metido' en tu piel para explicar vuestra historia. Tú también eres un súper papá. Gracias a Junior por ser tan buen hermano y por cuidar de Shamara sin envidias ni rencores. Gracias pequeña guerrera Shamara por habernos regalado este parto tan especial.




Quiero ver con tus ojos. Daniela, Juan y Luca, el equipo perfecto

jueves, 6 de marzo de 2014

Esta historia es de esas que no se regalan, sólo se prestan.
Cuando piensas en ser madre, imaginas que tu bebé será perfecto, ideal, chatito, rubio, con ojos azules, grandes y rasgados a poder ser...Daniela y Juan lo consiguieron.

Tras varios años de búsqueda, de todo el esfuerzo, de la lucha...Después recibir algunos 'noes', por fín, tras una in vitro, llegó el ansiado sí, ¡Estamos embarazados!

Nada podía estropear aquel momento. Su momento. En mayo darían la bienvenida a ese deseado bebé que colmaría de alegría cada rincón de su casa.

El embarazo fue estupendo. Daniela se encontraba pletórica, mejor que nunca. Tenía esa sensación de estar llena de amor por dentro. No podía quitar esa sonrisa de felicidad que a todas las madres se nos dibuja en la cara mientras esperamos el día D.

¿Cómo será? ¿A quién se parecerá? Lo que Daniela tenía claro es que sería especial. Lo amaban desde aquel septiembre del 2012 cuando la noticia les desbordó.

El pequeño Luca esperaba impaciente. A veces se agarraba fuerte a su mamá, tanto que podían notar sus pequeños y delicados pies. Sin duda, tenía ganas de ser cuidado, de ser abrazado, de ser protegido.

LLegada la semana 37, decidieron ingresar a Daniela ya que parecía que el líquido amniótico había disminuído. Luca estaba preparado, él tenía que salir.

Tras catorce horas de dolor y dos epidurales, llegaba el momento de empujar, de recibir a ese regalo que la vida les estaba ofreciendo. Fue tal y como ella quiso. Tranquilo, hermoso, lleno de ternura
y sobre todo de satisfacción cuando oyó a su pequeño llorar. Todo había salido perfecto.

¿Qué ocurre?¿Por qué los médicos no hablan? Daniela se encontraba relajada porque su pequeño Luca seguía llorando, que por supuesto era lo único que le preocupaba. Seguía sin entender nada, estaba deseando hacer el piel con piel con su bebé. Pronto, alguien se acercó y con las palabras entrecortadas les comunicó que era posible que Luca tuviese Síndrome de Down.

Los médicos pensaron que podía rechazarlo, por ello aún apenas le habían dejado tocarle. ¿Rechazarlo? ¿Quién puede rechazar a alguien tan indefenso y frágil? Pensaron.

¿Un Down? Nunca se lo hubiesen imaginado. No entraba en sus planes. Juan y Daniela se miraron, con esas miradas que no necesitan explicación, que te llenan por dentro y por fuera, que transmiten con más intensidad que cualquier palabra que en ese momento nadie osase en pronunciar. Se sonrieron deseando poder abrazar a Luca, simplemente le querían, le amaban y estaban agradecidos por ello.

No es fácil dar a luz y tener que consolar a todo el que está a tu alrededor. Médicos, enfermeras, familia. Todos tienen miedo. Miedo probablemente del duro camino que recorreran. Miedo de todas las barreras que hoy en día la sociedad sigue poniendo. Miedo de saber si serán capaces. Miedo de tantas lágrimas que derramarán. Miedo de notar que Luca era especial.

¡Por supuesto que era especial! Por ese motivo Daniela y Juan decidieron cerrar los ojos y vivir del destino. No pensar en el futuro si no en las metas del día a día. Darían la mano a su pequeño, tropezarían y se levantarían con más fuerza si cabe. Pero lo harían juntos.

Daniela me contaba, cosas de la vida, que trabaja cerca del centro Síndrome de Down de Málaga, y un buen día, caminando, embarazada, se le pasó por la mente que sería bonito tener un bebé Down. De inmediato borró esa imagen de su cabeza, ¡Menudo disparate! ¿A quién se le ocurriría pensar eso?

Ella quería su niño especial, chatito, rubito, de ojos azules y rasgados, y así fue.

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Me encontré con Daniela por casualidad. Sabio destino quiso que nos hablásemos. Sentí algo en mi interior cuando vi esa carita en su perfil y me enorgulleció que formase parte de Llamamemama.
Nuestro vínculo nos hace entendernos, comprendernos, respetarnos, como si nos conociésemos.
He descubierto a una mamá valiente, luchadora, decidida, que me recuerda a la mía, con la diferencia de que hace 22 años mi madre se encontró con demasiados obstáculos que hicieron que no fuese fácil.
Daniela me ha 'regalado' su intimidad, sus momentos más especiales con Luca, que a mi me han recordado a los míos con mi Down. Me ha mandado infinidad de fotos para compartir, quiere gritar a los cuatro vientos que es feliz, que nada ni nadie les va a parar, y que Luca será un ejemplo de superación. Yo estoy convencida.

Gracias a Daniela, a Juan, a Luca. Gracias mamá, papá, Jorge. Gracias porque somos 'diferentes' porque somos 'especiales'. Gracias por regalarme valores fundamentales en la vida y por regalárselos también a mi hijo. Gracias porque sin personas y padres tan luchadores como vosotros correríamos el riesgo de ser todos demasiado 'normales', y eso sería muy aburrido, ¿o no?

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Con apenas doce años, escribí esta poesía que hoy me presta compartir. A Jorge, por existir, por elegirme como hermana.

" Hoy me levanté y en el cielo divisé,
   unas estrellas doradas que con su luz me iluminaban,
  y me decían, ¿Por qué yo? ¿Por qué?

  No pude comprender de lo que aquello trataba
  más yo miraba y miraba si una respuesta encontraba.

  Entonces me di cuenta que los ángeles lloraban,
  y que un niño de Dios con sus ojos me miraba"


Irene Fernández Jiménez


Parto de Bea. Una mágica e inesperada cesárea

lunes, 3 de marzo de 2014


El hada Darabita merodeaba a mi alrededor. Algo me decía que pronto llegaría el día de conocerles. Aún no estaba preparada la verdad, me veía indefensa, pequeñita, necesitaba unas semanas más para hacerme a la idea de que pronto pondría cara a esas dos personas que serían mis papás, ¿cómo me recibirían?

Darabita es revoltosa, juguetona, pero dulce, como yo. Ella cumple los encargos del cielo, y yo era uno de ellos. Alguien muy especial me enviaba para cuidar y dar felicidad a quienes me esperaban ilusionados con mi llegada.

Recuerdo como la doctora les decía a mis papás que tenían que sacarme lo antes posible ya que mamá necesitaba una pequeña intervención y no querían correr riesgos. "Mañana. Mañana realizaremos la cesárea" ¿Mañana? ¿He oído bien? El corazón de mi mamá comenzó a latir con fuerza y pude notar cómo los nervios florecían en su interior.

Aún quedaban tres semanas para mi día, era pronto, demasiado pronto. Tenía que enfrentarme al temido exterior, ¡Con lo bien que estaba yo con mi mamá! Tenía miedo.

Sólo oía a mamá y a papá incrédulos y a la vez felices organizando todo en una sola tarde. "Avisa a la familia y amigos, llama a tus jefes, ¿tenemos comida? vamos de compras, revisa la bolsa de la niña","Oh Dios, aún me queda preparar mi maleta. ¿Qué llevo?""¿Qué hacemos con la perra?"

Mami apenas respiraba, la notaba tan inquieta que me asustaba por momentos. Creo que su mente trabajaba a mil revoluciones por segundo y la escuchaba repetir "¿Y mis clases preparto?¿Y las contracciones de Braxton?¿Y mis ejercicios de suelo pélvico? Algo se me olvida, seguro".

Pero a mi mamá no se le olvidaba nada, al día siguiente nos encontraríamos y sólo la necesitaba a ella.

Esa noche sé que mis papás apenas durmieron, se miraban, sonreían, intentaban ser conscientes de que al día siguiente seríamos tres, seríamos simplemente una familia.

Pasó esa extraña noche, en la que yo tampoco pude conciliar el sueño. Estaba asustada, esperaba estar a la altura, quería agradarles y no asustarles. Clara, dulce y tierna Clara.

Pronto llegamos al hospital, prepararon a mamá y en poco tiempo nos encontrábamos en esa fría y aluminizada camilla. Temblaba, notaba como sus piernas perdían el control y poco a poco la anestesia cumplió su cometido. Bien, llegó el momento, tenía que salir. Respiré hondo, y disfruté de ese último minuto protegida en su vientre. En la sala había unas ocho personas pendientes de nosotras, ¡menudo despliegue! La conversación entre los médicos era distendida, por lo que intuía que todo estaba saliendo según lo previsto.

De repente comencé a oír voces, voces nítidas y una luz dolorosa, fría, pero al mismo tiempo esperanzadora rozaba mi delicada piel. Me acordé de Darabita y sé que mi mamá también.

“Vamos Clara, pequeña, ya no queda nada. ¡Vamos Clara! Ya está aquí, ¡qué bonita es! ¡Felicidades mamá!

Tomé aire y comencé a llorar, ¿dónde está mi mamá? Asomaron mi cuerpecito aún entumecido y nuevo por encima de una sábana verde que me separaba de ella. Si, ahora sí, estaba ahí. Apenas podía abrir mis ojos, era todo tan difícil, pero pude ver cómo se encontraba, tumbada, nerviosa, feliz. Las lágrimas recorrían sus mejillas y yo volví a tomar aire y lloré junto a ella. No sabía nada de lo que me esperaba, pero sentí que la quería, que me cuidaría, que era mía.

Una enfermera colocó mi cabecita frente a la suya, y yo sólo quería mirarla. Ya no tenía miedo porque por fin estábamos juntas.

Las sorpresas acababan de empezar. Sin casi darme cuenta, conocí a la segunda persona más importante de mi vida, mi papá. Las enfermeras me pusieron en su pecho. Me encontraba calentita, y podía oír su acelerado corazón. Estaba tan nervioso como yo e intentaba no perderme entre sus grandes manos. Sus brazos musculosos se volvieron débiles ante mí. El también tenía miedo. Pero yo me sentía protegida, nada podía pasarme si él estaba a mi lado. Me miraba, sé que no sabía que decirme, y supongo que analizaba cada gesto. Le quería, quería a mi papá y eso me hacía estar tranquila.

Mientras, mamá en la sala de reanimación recordaba todo lo que había ocurrido en tan sólo media hora. Entró siendo Beatriz y salió de aquel quirófano llamándose mamá (palabra que repetía en su mente una y otra vez, mamá).

Por fin llegamos todos a nuestra habitación. El encuentro fue mágico, pero extraño. No sabíamos cómo empezar a querernos y sin embargo lo aprendimos rápido. Ya no podíamos vivir unos sin los otros. Éramos una familia. Todo fue tal y como tenía que ser.

Sé que mamá a veces se pregunta cuál hubiese sido mi día, cómo hubiese sido nacer por mí misma y algún día le podré decir, que mi día fue aquel en el que Darabita sabía que estaba preparada, en mi destino estaba aparecer en su vida aquel otoñal dieciocho de octubre, ese era, es y será el día, mi gran día.

Ella dice que mi nacimiento fue como cuando te enteras de que te están preparando una fiesta sorpresa y tú eres el gran homenajeado. No puedes evitar pensar que se ha perdido un poco de magia por haberte enterado antes de tiempo, sin embargo no pierdes la ilusión ni la ganas de vivir el momento. Mi fiesta “no sorpresa” estoy segura de que será la más especial de su vida y la magia desde el cielo llegará cada aniversario, donde Darabita y mi abuelito sonreirán por nosotras.


Después de contarme su parto, Bea contestó a unas preguntas que me atreví a hacerle, espero os sirvan de ayuda.

* ¿Qué fue lo más bonito de tu parto (además de ver a tu bebé)?

BEA- Lo más bonito (aparte de Clara jaja) fue ver a Gonzalo y a Clara juntos. Lo bien que se desenvolvía con ella, notar el brillo que tenía en los ojos y la baba caída. Todavía me sigue pasando así que, me da a mi, que eso es un gen de madre jiji

* ¿Qué parte cambiarías de ese día?

B- Pues a veces pienso que cambiaría el hecho de que no hubiese tenido que ser cesárea. Haber dejado que la naturaleza actuase con todas las consecuencias. Aunque por otra parte, me alegro de que fuese así porque todo salió bien. También me hubiese encantado que Gonzalo hubiese estado en quirófano y haber hecho el piel con piel. Creo que son los sentimientos típicos de las mamás a las que les han tenido que hacer cesárea...

* Describe con una palabra tu parto

B- Sorpresa! jaja

* ¿Qué pensaste cuando la viste por primera vez?

B-  La vi muy pequeñita. Siempre me había imaginado una niña gordota y cuando la ví y cogí por primera vez me impresionó que fuese tan chiquitilla. Esas tres últimas semanas de "cocción" se notan. Luego me impresionó el momento en el la hablé por primera vez e intentaba abrir los ojitos. Y como tú dices, al verla me enamoré pero es que ahora habiendo pasado el tiempo, enamorada es poco....esto va aumentado cada día! :)

* Un consejo que darías

B- Puf, un consejo. Consejos los que necesito yo! jiji La verdad que no me encuentro en posición de dar ningún consejo... simplemente que sea como sea su parto intenten disfrutar con todos los sentidos para retener lo máximo en la memoria (es fácil decirlo cuando yo no sufrí dolor en el momento, lo sé jajajaj). Incluso en un ratín que se tenga después, coger una libreta y escribir (tanto la mamá como el papá) los sentimientos e impresiones recientes que se tienen para guardarlo como recuerdo.


AGRADECIMIENTOS

Quiero dar las gracias a Bea y a Gonzalo, por permitirme formar parte de este momento tan íntimo y bonito que fue el nacimiento de su pequeña.
Gracias también a la protagonista, la siempre dulce Clara, porque sin saberlo me ha hecho partícipe de su historia. ¡Qué seáis muy felices siempre!

Commons Attribution 4.0 International license.

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