Llevo tiempo escuchando:
'Irene, tienes dejado el blog' 'Irene, no tires por tierra todo lo que has hecho durante cinco años', y es verdad.
Cuando empecé mi master el tiempo se redujo demasiado y lo que menos me apetecía era llegar a casa y encender de nuevo un ordenador.
Luego la
migración a Wordpress. Comencé a hacerla, pero me estanqué, quería que fuese perfecta, tenía muchas cosas en mi cabeza, pero de nuevo la
falta de tiempo me la jugó.
Trabajo, niños, casa, master, TFM, viaje por EEUU y Canadá y un alocado pero reconfortante
cambio de trabajo terminaron por dejarme totalmente OUT.
¡Sal de tu zona de confort! Y eso hice.
Así que decidí paralizar todo y centrarme. No podía vivir deprisa y corriendo, porque por muchas ideas que tuviese en mi cabeza era imposible llevarlas a cabo y que saliesen como esperaba.
Ser madre, estudiar y trabajar fuera y dentro de casa no es fácil. Seguramente muchas y muchos que hayáis pasado por algo parecido me entenderéis.
Meses después, puedo confirmar que todo
ha merecido la pena, pero que ha sido duro, más de lo que esperaba. El blog ocupaba mi mente, lo prometo, pero era inviable. Daba dos pasos adelante y uno atrás y sentía que debía continuar pero a veces no tenía ganas y ese precisamente era el punto al que no quería llegar.
Pero poco a poco parece todo encauzado y me siento super feliz. Muchos de vosotros sabéis que pese a ser
periodista llevaba mas de una década dedicada al
mundo financiero. ¿Os podéis creer que en menos de dos meses he conseguido
resetear diez años de trabajo y formación? A veces lo cuento y no termino de creérmelo. ¿Serían las inmensas ganas que tenía de salir de allí? ¿O simplemente el hacer algo que me gusta y me llena? Quizá un todo de sensaciones.
Me levanto cada mañana motivada. Me siento afortunada, valorada y echaba demasiado de menos esa sensación de equipo, de sentir que tu opinión o idea cuentan y que están dispuestos a escucharte.
Desde aquí hago un llamamiento a todos los jefes del mundo mundial. Es
necesario que escuchéis a vuestra gente, es imprescindible
sentirse útil y sobre todo, hay que
intentar ser justos.
Recuerdo llegar a la oficina, pasar mi 'jefa' (jefa entre comillas por llevarlo implícito en el sueldo, que no por ejercer como tal) por delante y ni un buenos días, ni un hasta mañana... Hoy por hoy puedo decir que por suerte no todo el mundo es igual.
Existen buenas personas, existe sensación de equipo y eso es lo que añade valor a tu trabajo.
He vuelto a escribir, tengo ganas de escribir. No es que haya olvidado los números, ¿O si? pero ahora siento que estoy donde debo de estar. He tardado, pero lo he conseguido.
Con esto quiero animaros a salir de vuestra zona de confort. Cuesta, pero se puede. A veces toca renunciar a cosas pero ganas muchas mas, os lo aseguro.
Y pienso continuar con Llámamemamá. Quizá de momento paralice la migración, pero seguiré publicando y seguiré dando guerra en redes sociales. No voy a poner un día fijo ni unos post fijos al mes porque no quiero prometer algo que no pueda cumplir, pero he vuelto para quedarme. Así que si no me seguís...¿A qué esperáis?
Llámamemamá vuelve a escribir