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Do you speak English?

jueves, 30 de julio de 2015

Yes, I do - que se diría...

Los idiomas son un must en la vida de nuestros pequeños. Años atrás ningún padre se percataba de la repercusión que tendría saber algún idioma en el futuro. 
Estudiábamos inglés como podíamos, ya que los maestros no eran lo que viene siendo bilingües (pobres) la mía quizá no había tenido si quiera ocasión de viajar a Londres.

Las academias se frotaban las manos cuando llegaba el periodo estival. ¿Quién no ha asistido a clases de inglés?

¡Y por no hablar del Francés! Esa asignatura puente, que en mi caso lo pasaba genial, pero aprender, lo que se dice aprender, lo justo.

Pero ahora, que soy madre, me doy cuenta de la importancia que tiene que los niños desde que tienen uso de razón sean multilingües. 

Trato de hablar en inglés con mi hijo todo lo que puedo y sobre todo, lo que le apetece, porque eso de  comunicarse en otro idioma...No le hace gracia. 

Pero si algo he aprendido es a ser más astuta y a cultivar su 'mente esponja' de la manera que mas le gusta, con sus dibujos. Vamos, que le engaño.

Visualizar series o películas en otro idioma es bueno, no sólo para los niños, si no también para los adultos. Podemos añadir subtítulos en castellano para poder adquirir más vocabulario.

Ahora existen multitud de centros con una amplia oferta de idiomas a partir de un año. Bastante caro, todo sea dicho. Quizá os suene Kids&Us. Aquí en Madrid hay un montón, así que decidí llamar para informarme hace unos meses. No recuerdo con exactitud, pero el precio me pareció excesivo para sólo una clase a la semana y de 45 minutos. Me compensa coger a una profe nativa que sólo se dedique a su aprendizaje. Pero desde luego, para gustos siempre hay colores y probablemente sea un estupendo método de enseñanza el que siguen.

Pero, como antes os decía, no hay nada más económico que agilizar el oído mediante películas en versión original. Además, podemos hacer ese ratito, nuestro momento en familia. Let's go! Os apuntáis?

       Foto: Google.es

Un brindis por los abuelos del mundo mundial

lunes, 27 de julio de 2015

¿Qué haríamos sin ellos?- me pregunto.
Dicen que los abuelos disfrutan de los nietos lo que no han disfrutado de los hijos, ¡Y qué razón!

Esta semana mi petit la ha pasado con sus abuelos, en el pueblo. ¡Qué recuerdos los pueblos! Y mi hijo tiene ¡tres! 
El pueblo es ese lugar donde no existen las leyes, bueno si, la del más fuerte. Corres con menos peligros que en la ciudad y digo con menos porque ahora las cosas, por desgracia, han cambiado un poco. 
Todo el mundo se conoce y las nuevas generaciones se aúnan para jugar a la pelota, montar en bici o hacer alguna que otra trastada, de esas en las que te tocaba salir corriendo.

Y ahí estaban los benditos abuelos. Los que te permitían hacer prácticamente de todo. Los que salían en tu busca si te retrasabas mas de la cuenta, los que te daban propina y los que se llevaban la charla de tus padres por consentirte más de la cuenta.

Mi petit ha disfrutado de lo lindo. Ha visto pollitos, perros, cerdos, caballos. Ha nadado en la piscina y se ha, literalmente, empapado con la manguera mientras sus abuelos (que no sus padres) le reían la gracieta.

Y no os puedo negar que me gustaba verle tan independiente, tan feliz y disfrutando de todo lo que para mi había sido tan importante en mi infancia. Mi pueblo.

Pero también veía a mis padres agotados y en el fondo, me sentía culpable. En esta sociedad en la que ser madre y trabajadora es un reto casi imposible, los abuelos son nuestro pilar. Sacan fuerzas de donde no las hay por hacerles felices y ya de paso, echarnos un gran cable.

Mi madre me decía que no quería más nietos. No se si medio en broma, medio en serio, pero le tomé la palabra. Para quienes no lo sepáis, mi hermano, tiene Síndrome de Down, y como dice ella, es un niño más. Por eso, de algún modo me siento condicionada, porque lo cierto, es que tiene trabajo doble, ¡Cómo para darle más! 
Así que, sólo puedo agradecerles el permitirnos tener un respiro. Podernos ir tranquilos al trabajo sabiendo que está en buenas manos.

La verdad es que mi petit tiene tres abuelos que hacen que su vida sea felicidad plena, y por lo tanto yo me siento afortunada.

Ayer fue el día de los Abuelos, que en realidad, todos los días lo son. Desde Llámamemamá felicitamos a todos los abuelitos que tanto nos apoyan, nos ayudan y hacen que nuestra vida sea bastante más sencilla.

GRACIAS ABUELOS!

    Foto: Google.es

Con el NO por delante

miércoles, 22 de julio de 2015

Como ya os había comentado, ya tengo en mi poder el libro Aprender a Educar. Nunca he sido partidaria de seguir este tipo de lecturas, pero dado que estamos entrando en una edad donde el carácter comienza a aflorar, he pensado que no está demás echar un vistazo al pensamiento de los expertos.

Me gusta mucho leer y aprovecho cada segundo para tomarme mi tiempo y dedicarme a los libros, así que cada mañana como llego media hora antes al trabajo me quedo leyendo y desconecto.

Así que, ya estoy puesta en materia. No quiero desilusionar a nadie pero cada día que pasa y cada hoja que leo me hace ser mas incrédula sobre las teorías y nuevas formas de educar. Soy de las que piensa que cada padre educa como quiere, puede o sabe pero acepto sugerencias.

Algo que estoy descubriendo poco a poco es la capacidad que tienen los niños de asimilar el NO. Mi hijo, con 20 meses entiende a la perfección las consecuencias de una negación.

El libro nos muestra una forma diferente de canalizar el enfado en los padres. Parece simple, pero yo que lo he intentado os aseguro que nada más lejos de la realidad.

Cuando después de recoger los miles de muñecos y juguetes que había esparcidos a lo largo y ancho del salón y llega el buen hijo y lo vuelca sin motivo aparente, tu ira y tu paciencia se desbordan y es entonces cuando el libro te explica que todo ese enfado debes interiorizarlo...Me hundo.

No grito ni nada por el estilo, pero es obvio que cuando estas cansado, estresado y te ocurre una situación similar a esa lo que menos piensas es en guardarte para ti ese malestar. Yo lo he intentado y es duro, difícil y sobre todo deber ser plenamente consciente de lo que haces para darle la 'vuelta a la tortilla' sin que se entere.
Pienso que tampoco pasa nada por mostrar nuestras emociones que son sanas. Sin gritos ni malas palabras, pero haciéndoles ver que estamos molestos ante esa situación.

¿Vosotros sois de los que van con el no por delate o preferís respirar mil veces y tragaros vuestro enfado?


Un fin de semana diferente

lunes, 20 de julio de 2015

Vivir en una gran ciudad del centro peninsular tiene muchas ventajas, pero también muchos inconvenientes, y sin duda, el más destacado es la falta de playa.

No soy de las que disfruta tostándose al sol y además desde que soy madre eso de cargar con todos los bártulos me agobia un poco, pero reconozcámoslo, eso de tener una playita cerca donde mojarse el culo cuando aprieta el calor, mola. Y mola mucho.

Pero los madrileños tenemos la inmensa suerte de tener a poco más de tres horas  las playas de Valencia. 

Así que, no cortos ni perezosos y dado el desagradable calor que soportamos en la capital, el jueves pasado decidimos que teníamos que estrenar la playa.

El año pasado ya estuvimos con nuestro petit, pero era demasiado pequeño como para disfrutarlo a tope. Así que ahora sabíamos que alucinaría pepinillos cuando viese tal cantidad de agua solo para él y veinte mil madrileños más que visitan Valencia cada fin de semana.

La verdad es que verle disfrutar de esa manera no tiene precio alguno. Chapoteaba, corría, se rebozaba cual croquetilla playera y no dejaba de repetir : Playa! Playa! Creo que ni él podía creer que existiese un lugar tan divertido.

Ha comido paella valenciana, bailado al ritmo de una charanga, se ha bañado en la playa, en la piscina. Ha compartido risas y juegos con su genial amigo Marcos, ha dormido a pierna suelta y por supuesto no se quería volver.

Creo que está agotado, pero lo bien que se lo ha pasado ha merecido la pena. Findes así son los que en verano hacen que la semana sea más llevadera. Disfrutar en familia de cada segundo es el regalo mas preciado, así que no desaprovechéis ni un segundo de pasar tiempo con los vuestros.
Da igual playa, piscina, lago, pantano, cualquier lugar es bueno para refrescarse y ya de paso no dejar de sonreír.

Y vosotros, os gusta hacer escapadas de fin de semana para desconectar?

Ampliando amistades

jueves, 16 de julio de 2015

Creo que no ha sido hasta ahora cuando me he dado cuenta de lo que significa volver a la infancia. Y es que, un niño  en casa te aporta taaantas cosas...

Saca lo mejor de ti, y sin querer te hace memorar recuerdos de esos que te teletransportan a tu infancia. De repente, comienzan a gustarte los dibujos animados, los toboganes son tus nuevos aliados, hablas sola mientras emitas los sonidos de animales insospechados...

Creo que es el momento ideal para rebozarte en la arena de la playa, para columpiarte en el parque, para jugar a las muñecas, ser el rey del balón y dejarte llevar en los parques de bolas como si no hubiese un mañana. Porque no me podéis negar que tener hijos también hace que nos soltemos la melena. Es la excusa perfecta para no dar explicaciones.

El caso es que cada día que pasa se amplía más mi círculo de amistades, y en el fondo, esto empieza a preocuparme.
Peppa Pig, George y en general toda la tropa son parte importante de nuestra pequeña familia. Yo me resistía a aceptarles pero, lo cierto es que cada día les tengo mas cariño. Siempre había pensado que no pondría la tablet a mi hijo, o el movil, sin embargo bendigo a ambos cuando se pone rebelde y me sacan del apuro de aguantar la correspondiente pataleta.

La verdad es que las historias de esta genial familia de cerditos...¡Me encantan! Destaca el valor de la familia, el respeto a los padres, el cariño a los hermanos y la admiración por los abuelos.
Son sencillisimos, gráficos pero fáciles de entender. Son simpáticos y entretenidos.

Mickey. La casa de Mickey Mouse me chifla. Me devuelve a la niñez y ver como mi hijo es ahora quien disfruta de sus aventuras hace que sea especial.
Bob Esponja. Hace poco leí que cada personaje de la serie representa un pecado capital. No me convencen del todo. Los veo menos sanos que los anteriores, aún así mi hijo disfruta horrores con la pegadiza canción.

Pocoyó. Es el que menos me gusta de todos. De hecho, creo que es una creación española (no estoy segura) pero me resultan de lo más sosos.

Un consejo que yo llevo a cabo es que, dado que nos toca resignarnos al hecho de que quieran ver la televisión y ponérselo en otro idioma. Los niños absorven toda la información y nosotros tenemos que aprovecharnos. Normalmente, yo se lo programo en inglés y a él le encanta.

¿Cuál es el dibujo animado preferido de vuestros hijos?

    (Foto: Google)

El valor del tiempo

lunes, 13 de julio de 2015

No os voy a negar que llega el verano y me vuelvo extra perezosa y con estos calores madrileños que superan los cuarenta grados, más aún.

Tenemos que refugiarnos en cualquier lugar con aire acondicionado apto para niños (véase parque de bolas, centro comercial o el propio hogar)

Pero este fin de semana ha sido especial. No hemos hecho nada en concreto, no creáis, nada fuera de lo normal, pero para mi ha sido importante.
He podido pasar tiempo con mi hijo, y me he dado cuenta de lo importante que es. Para ser sincera, no nos hemos separado, en lo bueno y en lo malo. Han sido dos días de risas a carcajadas, de besos, de abrazos ( porque es muy mimoso) de muchos te quieros... Y entonces me dio por pensar.

La vida son dos míseros días, ni uno mas, ni uno menos y los perdemos discutiendo, sufriendo, tristes, amargados. Vivimos preocupados por el trabajo, por ir a la ultima, por no desagradar a los demás y no nos damos cuenta de la superficialidad y lo mundano de todos estos pensamientos.

Un abrazo, un aaaa-chuuuu-choooon como el me dice, hace que me cambie la perspectiva de todo. Creo que aprendo yo más de él, que él de mi. Le observo, ¿Os pasa a vosotros también? Analizo todos y cada uno de sus movimientos con delicadeza. Veo como crece y como día tras día deja de ser un bebé para convertirse en un niño, mi niño.

¡Qué pena no ser rica! ¿Verdad? Lo único que me preocuparía sería no perderme ni un minuto de su vida. En fin, como tristemente no lo soy, aprovecho cada segundo para poder disfrutar de mi familia.

Pero bueno, cambiando de tercio, también quería contaros que ya tengo en mis manos el libro Aprender a Educar de Naomi Aldort. He empezado a leerlo y reconozco que a aplicarlo también, aunque voy poco a poco. Os intentaré contar mis impresiones sobre él en cada post, de esta forma, pondremos puntos en común.

¡Ahhh! Y no podía desaprovechar este post para adelantaros algunas cosillas. Y es que sigo dándole vueltas a un esperado lavado de cara de Llámamemamá. Probablemente, Septiembre sea el mes esperado, el mes de los cambios. Quiero mantener la esencia que tanto os gusta pero creando para vosotros posts más elaborados y documentados, y para ello, necesito tiempo. Y...¡Hasta aquí puedo leer!

Aún así... ¡Se admiten sugerencias, ideas, cosas que os gustaría que incluyese y yo tomaré nota de todo! A fin de cuentas, este blog también es vuestro, nunca lo olvidéis.


Aprendiendo a educar

jueves, 9 de julio de 2015

La verdad es que en verano parece que pinta mas escribir sobre cosas fresquitas, veraniegas, de esas que aunque no estés disfrutando de un día de playa te teletransportan a cualquier tumbona de costa. Sin embargo, esta semana me han surgido dudas que deseaba compartir con todos vosotros.

Últimamente he notado que mi pequeño (ya no tan pequeño) de veinte meses, comienza a sacar su carácter, su mal carácter, y me he preocupado.

Mi madre se ríe de mi porque piensa que educar es sólo cuestión de dar amor y atención. Pero yo sigo dándole vueltas. 

Efectivamente, hasta ahora, los niños han sido bebés, pero con la edad de mi Petit Manuel, el genio comienza a despuntar. El  '¡Es mío...!', '¡NO!' Y demás rebeldías varias propias de pataletas injustificadas afloran cada dos por tres y a veces, ponen a prueba la paciencia.

Se que no es un niño malo, además es inteligente, pero pienso ¿Lo estaré haciendo bien? Hasta ahora no me había preocupado en exceso ya que su vida de neonato destacaba por dormir, comer y hacer sus necesidades. Pero me doy cuenta de que ahora, comienza la verdadera maternidad.

No obedece -pienso. Pero luego se que obviamente es un niño y tiene que tener sus momentos de rebeldía, pero, ¿Debería obedecer? Pregunto, pero como es normal, cada niño es un mundo. Unos mas líderes, otros más calmados, otros apenas hablan y otros como el mío, apenas callan. Si a eso le sumamos que a las madres nos cuesta horrores asumir o confirmar que efectivamente también nuestros pequeños están en rebeldía...No puedo saber si es normal.

Total, que tras analizar todos los puntos anteriores y pese a que no soy excesivamente fan de los libros de bebés, educación y puericultura, he decidido comprarme el libro Aprender a Educar, sin gritos, amenazas ni castigos, de Naomi Aldort. ¿Lo conocéis?

No lo elegí por nada en concreto, simplemente, indagando por la red me di cuenta de la cantidad d e comentarios positivos hacia este libro y pensé...'No pierdo nada' además cubre la etapa de la adolescencia, por lo cual, los consejos me acompañarán durante muuuucho tiempo.

Como os decía, mi petit no es un niño malo, es educado y cariñoso, pero tiene carácter y quiero saber guiarle. Me preocupa no saber hacerlo bien, o tener menos paciencia de la que pienso, por eso, cualquier consejo o cualquier experiencia puede ser de gran ayuda.

Se que muchos leeréis este post y os sentiréis identificados (aunque no lo digáis, pillines) y probablemente os venga algún momento a la cabeza en el que hayáis pensado, ¿Lo estoy haciendo bien?
Pienso que todos lo hacemos bien a nuestra manera y que mi sabia madre, un poquito de razón tiene, con amor los niños entienden todo, pero ¿Creéis que las lecturas pueden ayudarnos?

Zumos, batidos y Smoothies, ¡Lo más refrescante y nutritivo contra elcalor!

lunes, 6 de julio de 2015

Las temperaturas no paran de subir y como locos vamos de sombra en sombra intentando huir a la desesperada de este inmenso calor.

Muchos aún no hemos empezado las vacaciones, ni podemos disfrutar de jornadas playeras de esas que te hacen desconectar de todo, así que tenemos que pensar pequeños trucos para hacer más llevaderos estos días.

Sabemos que la fruta a veces cuesta introducirla en la alimentación de nuestros pequeños. Puede resultar aburrida y los sabores son tan especiales que no siempre agradan a los paladares mas selectos. Por eso los zumos son un aliado de los padres para hacer este proceso mas divertido.

Ahora hay un derivado de los batidos que ha llegado con fuerza. Es más nutritivo y sobre todo, llamativo, lo Smoothies. ¿Los conocéis?

La diferencia radica principalmente en que estos últimos tienes pequeños trocitos de fruta y resultan algo mas espesos de texturas, pero están ¡Buenísimos! Algunos incluso contienen hielo y se asemejan a los refrescantes granizados.

He pensado que sería una buena idea compartir con vosotros alguna receta para poder preparar en casa. Como siempre, y como yo no soy una buena cocinera, he echado mano de mi web favorita de cocina para niños Pequerecetas. ¡Espero que os gusten!


Ingredientes de Pequerecetas (4 personas)
- 1 melón
- 2 cucharadas de yogurt natural
- 1/2 vaso de leche semidesnatada o leche de soja
- Un poquito de miel y una hoja de menta.

Preparación:

Preparamos en trozos el melón ya pelado y lo introducimos en la batidora. Añadimos los dos yogures naturales y el medio vaso de leche. Una cucharadita de miel le dará un toque dulce y la hoja de menta, el aromático.

Si queremos podemos introducir unos trozos de hielo picado para que sea aún más resfrescante.

Lo bueno de los Smoothies caseros es que podemos mezclar tanta fruta como queramos y hacerlos totalmente a nuestro gusto.

¿Habéis probado alguno ya? ¡Seguro que a los más pequeños les encantarán!


Ahogamiento secundario: ¿A qué nos enfrentamos?

jueves, 2 de julio de 2015

La verdad es que este tema viene muy al hilo del post del lunes sobre prepararse para el verano. Hace ya bastante tiempo, una amiga me contactó para darme información acerca de ello, pero ha sido en las últimas semanas cuando he visto que es algo que se está propagando y que merece la pena hablar y compartirlo para que todos seamos conscientes de la gravedad: El ahogamiento secundario.

He de ser sincera y cuando leí el testimonio publicado me dio pánico e incluso me obsesioné por si le pasaba a mi hijo y no me daba cuenta.

No es algo que suceda de manera habitual, pero pasar, pasa, y con mas frecuencia de lo que pensamos. Si alguno de vosotros es médico sería estupendo que nos facilitara más información acerca de esta situación que tanto nos preocupa.

El artículo narraba como en EE.UU estaba una madre con su hijo tranquilamente en la piscina. Llegó la hora de irse a casa y el pequeño manifestó estar cansado. Obviamente, todos sabemos que el agua agota, por lo cual la mujer vio lógico que quisiese irse directamente a la cama para reponer fuerzas.
Al acudir a ver si por fin dormía plácidamente se dio cuenta de que no respiraba. Llevaron urgentemente al niño al hospital pero nada pudieron hacer por salvar su vida.
La autopsia concluyó que había fallecido por ahogamiento secundario.
Ayer, leí otro caso de ahogamiento secundario que por suerte acabó bien, pero me hizo pensar en la importancia que tiene conocer de qué se trata.

¿Qué es el ahogamiento secundario?

Se produce por la introducción de agua en los pulmones. No es necesario que la ingesta sea grande simplemente, lo suficiente como para poco a poco bloquear las vías respiratorias hasta provocar la muerte debido a los productos químicos del agua de la piscina.

Lo más complejo es que pueden pasar hasta 48 horas para que aparezcan los síntoma graves, por eso debemos estar alerta. Aunque el cansancio después de un día de piscina es normal, tenemos que vigilar que no es desmedido, que la respiración de nuestro pequeño no es entrecortada, que no tiene fiebre y que reacciona perfectamente ante diversos estímulos.
De ser así es preferible no esperar y acudir de manera urgente al hospital, ya que lo que puede salvar la vida es ante todo la rapidez de actuación médica.

Esto no quiere decir que estemos eternamente en alerta, pero si que tengamos cierta precaución y sobre todo que sepamos que esto, desgraciadamente sucede.

Las piscinas son un refrescante divertimento para niños y grandes, pero no debemos olvidar que también son un peligro constante y como adultos tenemos la obligación de velar por el cuidado y la tranquilidad de nuestros más pequeños.



   Imagen: Google.es

Commons Attribution 4.0 International license.

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