Los idiomas son un must en la vida de nuestros pequeños. Años atrás ningún padre se percataba de la repercusión que tendría saber algún idioma en el futuro.
Estudiábamos inglés como podíamos, ya que los maestros no eran lo que viene siendo bilingües (pobres) la mía quizá no había tenido si quiera ocasión de viajar a Londres.
Las academias se frotaban las manos cuando llegaba el periodo estival. ¿Quién no ha asistido a clases de inglés?
¡Y por no hablar del Francés! Esa asignatura puente, que en mi caso lo pasaba genial, pero aprender, lo que se dice aprender, lo justo.
Pero ahora, que soy madre, me doy cuenta de la importancia que tiene que los niños desde que tienen uso de razón sean multilingües.
Trato de hablar en inglés con mi hijo todo lo que puedo y sobre todo, lo que le apetece, porque eso de comunicarse en otro idioma...No le hace gracia.
Pero si algo he aprendido es a ser más astuta y a cultivar su 'mente esponja' de la manera que mas le gusta, con sus dibujos. Vamos, que le engaño.
Visualizar series o películas en otro idioma es bueno, no sólo para los niños, si no también para los adultos. Podemos añadir subtítulos en castellano para poder adquirir más vocabulario.
Ahora existen multitud de centros con una amplia oferta de idiomas a partir de un año. Bastante caro, todo sea dicho. Quizá os suene Kids&Us. Aquí en Madrid hay un montón, así que decidí llamar para informarme hace unos meses. No recuerdo con exactitud, pero el precio me pareció excesivo para sólo una clase a la semana y de 45 minutos. Me compensa coger a una profe nativa que sólo se dedique a su aprendizaje. Pero desde luego, para gustos siempre hay colores y probablemente sea un estupendo método de enseñanza el que siguen.
Pero, como antes os decía, no hay nada más económico que agilizar el oído mediante películas en versión original. Además, podemos hacer ese ratito, nuestro momento en familia. Let's go! Os apuntáis?