Dicen que los abuelos disfrutan de los nietos lo que no han disfrutado de los hijos, ¡Y qué razón!
Esta semana mi petit la ha pasado con sus abuelos, en el pueblo. ¡Qué recuerdos los pueblos! Y mi hijo tiene ¡tres!
El pueblo es ese lugar donde no existen las leyes, bueno si, la del más fuerte. Corres con menos peligros que en la ciudad y digo con menos porque ahora las cosas, por desgracia, han cambiado un poco.
Todo el mundo se conoce y las nuevas generaciones se aúnan para jugar a la pelota, montar en bici o hacer alguna que otra trastada, de esas en las que te tocaba salir corriendo.
Y ahí estaban los benditos abuelos. Los que te permitían hacer prácticamente de todo. Los que salían en tu busca si te retrasabas mas de la cuenta, los que te daban propina y los que se llevaban la charla de tus padres por consentirte más de la cuenta.
Mi petit ha disfrutado de lo lindo. Ha visto pollitos, perros, cerdos, caballos. Ha nadado en la piscina y se ha, literalmente, empapado con la manguera mientras sus abuelos (que no sus padres) le reían la gracieta.
Y no os puedo negar que me gustaba verle tan independiente, tan feliz y disfrutando de todo lo que para mi había sido tan importante en mi infancia. Mi pueblo.
Pero también veía a mis padres agotados y en el fondo, me sentía culpable. En esta sociedad en la que ser madre y trabajadora es un reto casi imposible, los abuelos son nuestro pilar. Sacan fuerzas de donde no las hay por hacerles felices y ya de paso, echarnos un gran cable.
Mi madre me decía que no quería más nietos. No se si medio en broma, medio en serio, pero le tomé la palabra. Para quienes no lo sepáis, mi hermano, tiene Síndrome de Down, y como dice ella, es un niño más. Por eso, de algún modo me siento condicionada, porque lo cierto, es que tiene trabajo doble, ¡Cómo para darle más!
Así que, sólo puedo agradecerles el permitirnos tener un respiro. Podernos ir tranquilos al trabajo sabiendo que está en buenas manos.
La verdad es que mi petit tiene tres abuelos que hacen que su vida sea felicidad plena, y por lo tanto yo me siento afortunada.
Ayer fue el día de los Abuelos, que en realidad, todos los días lo son. Desde Llámamemamá felicitamos a todos los abuelitos que tanto nos apoyan, nos ayudan y hacen que nuestra vida sea bastante más sencilla.
GRACIAS ABUELOS!
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