Pero hace apenas unos días reflexionaba. Tengo miedo de que mi hijo no quiera ir al colegio. No porque tenga días de pereza, de hacerse el remolón, si no miedo a que ir a la escuela se convierta en una pesadilla.
Por desgracia, ya es algo común y casi normal ver día tras día en las noticias casos de niños desesperados que terminan de la manera más trágica su corta vida por el sufrimiento acumulado del ya famoso 'bullying'
Hace unos años esa palabra era desconocida para todos, pero en mi opinión, los avances tecnológicos, las redes sociales, la capacidad y rapidez de capturar imágenes, vídeos, momentos que quedaran en una red que se tambalea a merced de quien decida, se han convertido en un arma de doble filo.
Confieso que incluso escribiendo estas líneas siento pavor, inseguridad. Intentas educar a tu hijo en el respeto y a veces eso les hace vulnerables. Todos somos conscientes de que en clase siempre ha habido quienes se reían de otros, pero ahora que veo lo que está pasando en este mundo descerebrado, pienso que de alguna manera era una inocencia totalmente distinta. Ahora estamos sobrepasando los límites entre la picardía y la maldad. Todo vale, todo.
Hace unos días aparecía la noticia de una chica italiana que decidió poner punto y final a su historia, presuntamente harta de todo lo que estaban generando unos vídeos que circulaban por la red.
¡Es una auténtica locura!
¿Quién tiene la culpa? Los padres que, en demasiadas ocasiones propiciamos esa falta de empatía por los demás en nuestros hijos. Los educadores que a veces (no siempre) prefieren mirar para otro lado. La sociedad, que vivimos absorbidos por el exceso de tecnología y comunicación 2.0.
Puede ser que todo esté relacionado y me asustan esos factores que no dependen de mi.
No quiero ver mas noticias de muertes injustas, de niños que se aferran a la pata de una cama para no volver a vivir ninguna pesadilla fuera de las cuatro paredes que es su casa.
Somos libres y vivimos la vida que queremos, pero por favor, seamos consecuentes y responsables a la hora de educar a nuestros hijos. Creo que no cuesta tanto entre todos hacer un mundo mejor. ¿Os apuntáis?
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