A veces me canso de escuchar ‘desde que soy madre no tengo tiempo de…’ ‘ya no me dedico ni un segundo’ ‘la prioridad son los niños’ ‘cuando tienes hijos todo gira en torno a ellos’ ‘disfrutad ahora que podéis, que cuando tengáis niños eso se acaba’. NO.
Se acaba si quieres. Ser madre o padre debe ser una motivación extra para realizarte como persona, no un obstáculo.
Es cierto que hoy en día la sociedad española está carente de medidas conciliadoras. Nos quejamos las madres. Pero. ¿Y los padres? Aún sigue estando peor visto que un padre coja jornada reducida, que lleve al médico a sus hijos o que directamente se quede en casa si alguno de sus cachorros está enfermo. Eso, cara al público, sigue correspondiendo a la madre.
El caso es que llevo tiempo pensando, analizando, leyendo y creo que es hora de ponerme las pilas. No sé si la vida lleva un proceso, no sé si a veces hay que saltarse pasos, pero creo que es el momento de comenzar a pensar un poco más en nosotros. Que conste que nunca hemos dejado de hacerlo. Papá Manuel y yo teníamos claro que no podíamos abandonarnos. Ayer, una buena amiga, como pocas, me decía, Irene, los niños son el reflejo de los padres. ¡Y tiene razón!
De algún modo quiero que sepan que la vida cuesta, y mucho…y que no hay que dejar de crecer en cultura, en conocimiento ni en experiencia. Nosotros no lo hemos hecho, ni lo vamos a hacer.
Nunca es tarde, y cada vez lo tengo más claro, para luchar por tus sueños, para cambiar. Los cambios producen vértigo. Creo que la estabilidad profesional también te da cierto acomodamiento del cual es complicado salir. Nos pasamos la vida teniendo miedo a perder dinero, a no ascender, a que nos echen del trabajo, ‘encima’ con hijos, hipoteca y demás…Pero creo fervientemente que nuestro objetivo debe ser otro bien distinto.
Hace poco leí una entrevista en Cosmopolitan a Laura en la que la empresaria decía que los triunfadores son aquellas personas capaces de reinventarse, de reciclarse. Porque lo importante es hacer lo que verdaderamente amas. Chapó. Lo leí y me motivé aún más. ¡Pues claro! No podemos pasarnos el día lamentándonos de lo que no hicimos, de lo poco que nos gusta lo que hacemos, de las ganas que tenemos de dejarlo todo e irnos… ¡Hay que hacer algo! Y esta vez de verdad.
Aunque lo que voy a decir suene extraño, pienso que ahora que ya soy madre al cuadrado y no tengo pensado elevar exponente, es hora de centrarme en mí. Y ¡Ojo! Lo mismo le digo cada día a Papá Manuel. Debemos pensar en nosotros. Toda pareja, y en especial toda mujer piensan en un mundo estable para procrear, en un trabajo donde lleves un tiempo prudencial, pero yo ya he pasado esa etapa. Yo necesito, necesitamos ser padres, pero también personas.
Así que, en esas estamos. Ambos tenemos claro nuestros objetivos, ahora hay que poner empeño por cumplirlos. Nuestros hijos son una motivación más para no perder la ilusión, y nosotros seremos el empuje para no decaer en el camino.
Feliz jueves llamamemamistas!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario