No han podido estar a tiempo esos cambios prometidos en el formato de Llámamemamá pero esperamos tenerlos listos en breve. :(
Como os dije antes de irme, me encontraba excesivamente saturada y aún así me sigo encontrando. No con el blog, que es lo que me da un soplo de aire fresco, si no con trabajo, falta de tiempo, cansancio, así que por ese motivo y por mejorar la calidad del contenido, he decidido publicar únicamente los jueves.
¿Por qué los jueves? Pues es simple. Hace poco lo hablaba con una buena amiga y juntas llegamos a la misma conclusión. Seamos sinceros, los lunes estamos un poco...¿empanadillas? Jeje Tenemos en mente toda la semana que esta por llegar y sobre todo a veces venimos tan desconectados del mundo real que nos olvidamos de leer (entre otras cosas)
Los jueves molan. Si, si, molan mucho. ¿Se les llama Juernes ahora, no? Los jueves es ya final de semana y nuestro ánimo comienza a subir porque estamos a puntito de rozar el finde. Nos apetece ver cosas porque estamos animados y buscamos evadirnos de la semanita que hemos pasado (que no siempre son buenas)
Así que me auto convencí y me pareció un buen día para lanzar mis posts. Admito que yo era más de lunes que fue el origen de Llámamemamá, pero he pensado en todas las cosas buenas que tienen los jueves.
Ojalá pudiese contaros que he pasado un verano imparable de playa en playa, de chiringuito en chiringuito, pero nada más lejos de la realidad. Trabajo y más trabajo. ¡Ahhh bueno, si! Y una semana con mis polluelos en Peñiscola. Huelga decir que nos ha hecho malísimo. ¿Conocéis Peñíscola? Para quien no lo conozca, decir que es un preciosa ciudad costera de la provincia de Castellón. Tiene un encanto especial.
El casco histórico es lo más. Casas blancas, callejuelas donde el aire cruza rozando las paredes.Suelos empedrados y unas vistas desde el castillo que enamoran. Una ciudad para los niños. Con parques en cada rincón, teatros improvisados de esos que te transportan a tu niñez. Me encanta.
La verdad es que tenía muchas ganas de contaros. Era mi segundo año de veraneo familiar, y en realidad creo que el primero en el que mi petit pudo disfrutar y conocer la playa. Le fascinó.
Bajar a la playa nunca ha sido un despliegue para mi. Yo siempre simplifico y trato de llevar lo mínimo e imprescindible, así que toallas, protección, manguitos, un cubo, una pala, rastrillo, chupete, un pañal de cambio y agua mineral, ah y revistas (para desconectar un poco).
Cuando eres madre y logras tener cinco minutos de evasión en la toalla mientras el buen padre hace castillos en la orilla...El tiempo se detiene.
Llamadme egoísta, mala madre, osada, pero pago por ese rato en el que miras a un lado y a otro o al horizonte y sólo escuchas paz. Eso hasta que el hijo de turno viene corriendo cual croqueta y te da un abrazo de esos en los que la arena cobra protagonismo y nada queda de la toalla limpia y bien estirada.
El caso es que a mi me gusta observar. Y cuando dispongo de esos cinco minutos aún más. Recuerdo que antes de que Petit naciera ya nos fijábamos en las clases de familias que poblaban las playas. Y sobra decir, criticábamos. 'Mira ese padre que pasa de su hijo', 'mira ese hijo que pasa de su padre' 'mira esa madre que pasa de su hijo y del padre' Y ahora simplemente, les entiendo.
Hay diversidad de familias, y en la playa puedes encontrarlas todas concentradas. Pero este año había algo distinto en mi. Miraba a todas las madres con respeto y admiración. Somos geniales y es que además se nota que tenemos ese gen maternal. Da igual si eres despistada como yo, desordenada, maniática, histérica, pausada...Ese gen nos hace únicas e iguales, las mejores.
No se si esto que a mi me ocurre lo habéis vivido, pero reconforta saber que todas intentamos hacer todo lo mejor posible, y ¿sabéis qué? ¡Lo conseguimos! Espero que hayáis pasado un buen verano.
Os espero el próximo jueves con un nuevo post y un nuevo tema! ¿Cuál será?¡Feliz semana!
¡Bienvenida guapa! Pues sí, los jueves son una muy buena opción. Aunque no hayas tenido un verano "desenfrenado" algo has podido disfrutar de tus chicos... Es que eso de irse de luna de miel antes... Jejejejej. Un beso!
ResponderEliminarJajajaja! Tienes toda la razón! Pero la verdad es que ya ni me acuerdo de la luna de miel... Qué pena! Tendremos que repetirla jejeje. Un besote y muchas gracias
EliminarBienvenidos...Yo no conozco Peñíscola...¿nos haces un post con lo esencial para visitar? Me alegro que el peque haya disfrutado de la playa, a la emperatriz le ha gustado la arena pero no el agua de mar (bueno, no las olas, porque en brazos sí se metía). Lo que le ha fascinado a mi peque ha sido la "pina" (piscina). Y lo de bajar cargados como burros...nosotros llevábamos lo justo y madre mía...Buena idea lo de publicar un día, yo tendré que hacer algo así.. Mil besos y bienvenida de nuevo!
ResponderEliminarHola guapísima! Bienvenida amiga!!! Pues prometido ese post!!! Me parece estupendo porque además es una ciudad premiada por accesibilidad a las familias.
EliminarLa piscina mola y encima no te manchas de arena, me alegro mucho de que la Emperatriz haya disfrutado!!! Que bien veros de vuelta por aquí!! Un besote enorme