Aunque no nos conocemos de hace mucho, creo que es de esas personas con la que encajas, te sientes identificado y además te apetece hablar de otros temas que no sea el dichoso trabajo.
Te pido perdón por 'robarte' tu experiencia, pero con esto, además de ayudar a otras mujeres como tú, estoy segura de que te animará.
Ella desea ser madre, le encantaría. Hace poco tiempo que se ha casado y de vez en cuando fantasea con ser mamá. Tiene una sobrina, ella le sirve de inspiración, le motiva. Pero tiene un problema. Un problema, que muy probablemente no sea tan anormal como piensa. Tiene miedo al parto.
Cuando me lo contó me costaba creerlo. Le daba miedo quedarse embarazada por el hecho de que si lo consigue, tiene que dar a luz.
A toro pasado, todas estaréis pensando: ¡Pero si es el mejor momento! ¡Si todo se olvida!
¡Mentirosas! :) Estoy totalmente convencida de que todas y cada una de vosotras habéis sentido miedo no, ¡Pánico! Al momento parto. Yo la primera, lo reconozco. Pensé que por mi problema de cadera en resorte sería necesario una cesárea, pero el traumatólogo me confirmo que no era necesario. Ahí me entró el pánico escénico y soñaba y pensaba en cómo saldría ese momento.
Después de pasarme meses dándole vueltas al asunto...Resulta que mi pequeño nació por cesárea porque venía de nalgas.
Con esto quiero decir, que no merece la pena adelantar acontecimientos, y debemos vivir el momento. Durante nueve meses pasan infinidad de cosas preciosas que no tienen por qué condicionarnos.
Las mujeres nacemos y crecemos preparándonos para estar fuertes ante tal situación. Nuestros músculos y nuestras entrañas están listas para dar vida y superar ese momento.
El parto es duro, por supuesto que si. Como ya sabéis, lo comparan a un fuerte dolor de muelas, o a la rotura de varios huesos a la vez. Sólo pensarlo duele. Yo no lo he vivido como tal, pero he contado muchos partos y cada uno de ellos es completamente distinto. Unos rápidos, otros largos y pesados. Unos inesperados, otros que se hacen de rogar. Unos respetados y tranquilos y otros de urgencia. Pero todos, absolutamente todos se acaban convirtiendo en el mejor momento de tu vida.
Con este post quiero animar a todas las mujeres que como mi compañera, tienen miedo a ese momento, a dejar sus temores a un lado. Hay tanto bueno en dar a luz que no os podéis perder ese proceso.
¡Somos valientes y todopoderosas! Tener miedo es humano, natural y respetable, pero poco a poco tenemos que saberlo llevar, controlarlo y usarlo a nuestro favor.
Ser madre, os aseguro, significa tener miedo a tantas cosas que eso si que asusta. Lo mejor es ¡Disfrutar!
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