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A mi querido abuelo

lunes, 28 de agosto de 2017

Quiero pensar que nuestros caminos se cruzaron. Quiero pensar que pude tocarte, sentirte, acariciar tu cara, darte la mano. Por un instante acurrucarme a tu lado y sentir que si tú estabas, nada podría pasarme. Sé que fue un momento, aquel en el que elegiste mandarme a la tierra con una misión, nuestro pequeño secreto. Me susurrabas al oído haciéndome sentir especial y con tu barba de varios días me hacías cosquillas y me decías una y otra vez lo afortunado que te sentías de que una parte de mi fuese tuya. Pude entrelazar mis diminutos dedos entre tu ondulado pelo blanco, antes de partir.
Mi mamá dice que las personas van al cielo cuando son viejecitas, pero tú no lo eras, tú deberías estar aquí, abajo conmigo y con papá y no siendo una estrella o una nube en días grises. Siempre te busco, la que más brilla, la que me guiña el ojo desde el firmamento, la nube que más corre bajo la lluvia y el viento que más sopla rozando mi cara.
Quiero pensar que la vida me depara grandes sorpresas e ilusiones, que podemos ver más allá de la tristeza y que cuando las lágrimas empapen mis mejillas tu soplarás con fuerza para secarlas y poder sonreír.  Me volverás a dar la mano fuertemente para no dejarme caer y que allá donde estés guiarás mis pasos y me iluminarás con tu eterna luz.
Hoy deberíamos estar jugando, riendo. Hoy deberíamos estar leyendo cuentos.
Hoy deberíamos estar corriendo entre las hojas.
Pero hoy te estoy recordando, como hago todos los días, porque nadie muere si su recuerdo queda vivo, y de eso se encargará mi papá, de que pasen veinte, treinta o cincuenta años, permanezcas por siempre conmigo.
Tú meciste mi cuna, tú me prestaste tu nombre, tú cuidarás de nosotros y siempre serás eterno porque habitas en mi alma.
Algún día volveremos a vernos. Algún día volveré a acurrucarme a tu lado y podré tocar tu pelo, y acariciar tu cara, algún día jugaremos juntos entre las nubes, pero mientras tanto te guardo en lo más profundo de mi pequeño corazón, sintiéndote cerca, mi querido abuelo Manolo.



Pdta. Dedicado al abuelo Manolo, hoy hace veinte años que se convirtió en estrella para no dejar de brillar

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Commons Attribution 4.0 International license.

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