Para quien no lo sepa, hace apenas un año, decidí sumar un quebradero más de cabeza a mi agitada vida y decidimos casarnos. Locura total, teniendo en cuenta el poco tiempo que tenemos y las millones de cosas que ocupan nuestra mente, pero así fue.
Lo cierto es que lo hemos hecho con la mayor de las ilusiones y creo y espero que se haya notado. Cada detalle, cada persona que se implicaba en dejar su granito de arena, hicieron que se convirtiese en un día súper especial y romántico. ¿Me volvería a casar? Sin duda, una y mil veces, aunque reconozco que habría cosas que haría diferente.
El caso es que como manda la tradición, después de un bodorrio llega la luna de miel. ¡Esperada y deseada luna de miel! El momento en el que por fin te relajas, sueltas nervios, te desmelenas, si no tienes hijos, los buscas y si los tienes pues vives el momento a tope, y eso hicimos nosotros.
Muchos veían una locura dejar a mi hijo de 18 meses con sus abuelos durante 17 días, pero sinceramente, pienso que tanto mi marido (Suena raro, ¿verdad?) como yo, lo teníamos claro.
Dubai y Australia fueron los destinos elegidos y tanto la diferencia horaria como las horas de vuelo era un handicap para llevarle con nosotros. Pero además, ¡Era nuestra luna de miel!
Se que habrá quien no lo entienda, lo respeto, pero nosotros algo que siempre hemos valorado es nuestro tiempo también como pareja. ¡Y no! ¡ No ha pasado absolutamente nada!
Todos los días procurábamos buscar WIFI y conectarnos para poder hablar con él, ¡Bendito Skype y bendito Starbucks! Jamás lloró, ni se puso triste, ni nosotros, sólo nos mandábamos besos y disfrutábamos de verle feliz.
Por supuesto, le echábamos mucho de menos, y nos acordábamos de él, en especial cuando veíamos a papás con sus peques por la calle, por el parque... Pero sabíamos que cuando volviésemos él estaría esperándonos y tendríamos toda una vida por delante para seguir disfrutándola juntos.
Se que a veces nos resulta complicado separarnos de nuestros hijos, que sentimentalmente parece imposible y que incluso puede generar cierta sensación de 'abandono', pero os aseguro que mi hijo estaba súper feliz, muy bien cuidado y nosotros por supuesto, tranquilos por ello.
La vuelta ha sido durilla, como todas las vueltas de vacaciones, pero he llegado con las pilas cargadas y con la mentalidad renovada. Con proyectos laborales nuevos, temas nuevos para contar, nuevos eventos y pronto, Llámamemamá tendrá geniales cambios, con muchas sorpresas que estoy convencida de que os encantarán.
Hacer un parón de vez en cuando, os aseguro que refuerza a tope las energías y la vuelta aunque da pereza apetece, y mucho. ¡Os echaba de menos!
Os espero como siempre cada lunes y jueves y por supuesto os dejo unas fotitos muy especiales. ¡Feliz lunes!
Enhorabuena!! pedazo de viaje!!! Me alegro de verte de vuelta. Beso!!
ResponderEliminarEnhorabuena pareja!!!! Os deseo toda la felicidad del mundo!!
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