Era el III Encuentro de madres blogueras, organizado po Yo Dona y el Club de las Malasmadres.
El caso, es que quería contaros cómo fue y qué impresiones saqué de todo ese 'sarao' tan bien organizado.
No puedo dejarme nada en el tintero, así que para abrir boca os diré que la decoración era espectacular, y el entorno una verdadera maravilla. En el centro de la capital, nada mas y nada menos que en un impresionante palacio. Desde que llegué aprecié cada detalle.
Los patrocinadores nos mostraron sus productos y se curarron unos stands súper elaborados. La escalinata que presidía la entrada te hacia sentir como una reina, y la sala de ponencias era todo luminosidad, aunque al ser de una altura, las que ocupábamos las últimas filas apenas veíamos a las ponentes.
Pero bueno, he de decir que tanto el personal de la organización como las azafatas cuidaban cada segundo de que estuviésemos muy agusto.
Lo cierto es que mis cinco sentidos estaban puestos en cada una de las charlas, aunque confieso que estaba algo pachucha y eso me hizo no estar al 200%, pero la ocasión lo merecía y no quería perder detalle.
Las mujeres en general solemos ser personas inquietas, que intentamos buscar mejoras laborales y personales. Somos inconformistas y curiosas y en esa gigante sala había mucha emprendedora. Seré sincera, no se si es bueno o malo, pero cada vez que acudo a un evento de estas características salgo queriéndome comer el mundo, teniendo mil ideas y súper dispuesta a cambiar. Lástima que según pasan los días, te das cuenta de lo difícil que es llevarlo a cabo.
Todos te cuentan que fue duro, pero merece la pena. Y sigo dándole vueltas.
El caso es que con cada vivencia que relataban mi ilusión crecía ¡Ay madre Irene, no te emociones! Por que estoy convencida de que en más de una ocasión os habéis planteado el hecho de dar un giro de 360 grados.
Quienes me conocéis, sabéis que soy periodista, pero que por circunstancias no ejerzo como tal, o mejor dicho, no es aquello que me da de comer, porque gracias a este pequeño rincón cada lunes y jueves me quito esa pequeña espinita. Y siempre pienso ¡Tengo que hacer algo!
Mi familia y amigos siempre me han animado a escribir un libro ¡Un libro! Ni más ni menos. Eso son palabras mayores, ¿Verdad? Pues descubrí que se puede, al menos intentarlo.
El caso es que la maternidad creo que también me ha devuelto las ganas de seguir soñando, o de hacer mis sueños realidad, y, ¿Quién sabe?
Asistir a este tipo de eventos enriquece, sin ninguna duda. Hay una puesta en común masiva de todos esos temas que nos vienen a la cabeza...Principalmente uno: La conciliación.
¡Dichosa conciliación o no conciliación! Y seguimos luchando como jabatas para que los de arriba se enteren de que estamos hartas de que nos tomen el pelo o que lo intenten. Ese es uno de los principales motivos por el que las madres deciden montar su propia empresa, ser sus propias jefas. No dar excesivas explicaciones si tu hijo se pone malo, evitar malas caras y sobre todo distribuir el tiempo para poder, esta vez si, tener CONCILIACIÓN.
En fin, ya dedicaré un post a todas esas mujeres que estáis esperando una idea, o una manera de una vuelta de tuerca a lo que hacéis y a las que como yo, nunca dejáis de soñar.
La conclusión que saqué y que va más allá de las conferencias, no es otra que toda mujer, o en este caso también madres necesitan un respiro, un espacio, sentirse realizadas. Todas tenemos los mismos miedos, las mismas ilusiones, parecidas inquietudes, y que si queremos, ¡Claro que podemos!
Y vosotros, ¿Tenéis alguna idea para cambiar aquello en lo que no os sentís al 100% en vuestra vida ?
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