Así comenzaba la segunda ponencia de @malasmadres el pasado 19 de septiembre. La verdad es que hay una frase que va a misa, y dice así: 'La mala madre, lo es por naturaleza' Si señor, totalmente de acuerdo.
Ana Kovacs, de Psicología del embarazo, pretendía hacernos remover ese lado oculto que nos cuesta reconocer o que simplemente no sacamos por miedo al qué dirán.
Lo primero que hicimos fue pararnos a pensar, ¿Qué esperábamos de la maternidad? (Por supuesto, estas reflexiones son válidas para papás también) Antes de ser madres nos creamos una idea de nuestro futuro. ¿Cómo será nuestra vida familiar, laboral, social? Creamos expectativas e intentamos seguir un camino que nos lleve a conseguirlas.
Una vez que estás embarazada, la mente se prepara para la llegada del nuevo miembro. Intentamos visionar qué pasará cuando llegue, cómo será, ¿Será moreno como su padre? ¿Tendrá los ojos azules como el abuelo? ¿Habrá heredado la simpatía del tío? Digamos que poco a poco y mes a mes nos concienciamos de lo que 'queremos que ocurra'. Esto, muchas veces acaba decepcionando. Parece duro, pero es así. Las cosas a veces distan bastante de lo que esperamos. Ni nuestros hijos son tan guapos, ni tan simpáticos, ni duermen tan bien, ni si quiera tenemos tiempo para sentarnos en esa cómoda mecedora del rincón que siempre soñamos.
En aquella acogedora sala, cómoda y decorada con gran gusto, el ambiente empezaba a ser bastante distendido. ¡Todo es custión de soltarse! Al final todas teníamos las mismas inquietudes y sobre todo las mismas ganas de gritar a los cuatro vientos, ¡Si, soy mala madre, ¿Y qué?!
Después analizamos lo que hemos dejado en el camino al tomar la decisión de convertimos en mamá. Pienso que hacer este tipo de reflexiones son necesarias, al menos una vez al año no hace daño. Pero para ser sincera, yo las hago a menudo. Me sentí rara, ¡Yo no he dejado nada atrás!
Quizá no me creeréis pero desde que nació mi petit me siento más activa. Yo no era de las que tenía ninguna expectativa sobre la maternidad. Simplemente esperaba que todo saliese bien y supiésemos hacernos pronto con la nueva situación. Mucha gente me dice que efectivamente hay mujeres que nacen para ser madres, yo reconozco que no.
Yo he nacido para viajar, para ser periodista, para conocer gente, para salir, para entrar, para mejorar, pero nunca me había planteado el haber nacido para ser madre.
Me encanta ser madre. Me ha completado como mujer. Me levanto cada día pensando en la inmensa suerte que tengo de llamarme mamá. Pero sigo teniendo muchísimas inquietudes. Reconozco abiertamente, (seguro que alguna que otra me juzgará, no pasa nada) que no soy una mamá 24 horas. Tampoco lo quiero. Un objetivo que me marqué desde el primer momento fue, mi espacio, el espacio de mi chico, nuestro espacio como pareja y por supuesto el espacio como padres. Soy Irene, soy mamá y soy mujer. Siempre he querido mantener ese espacio para no perder mi esencia, la esencia de quien soy.
Como os decía, ser madre me ha hecho cargar a tope mi ego, mi ambición (sana por supuesto), me valoro más y también me exijo bastante más de lo que antes lo hacía. Me encanta estar sola, disfruto cada segundo con mi chico y doy gracias por llegar a casa y poder ver la cara de mi pequeño. Todo junto. Pero lo he dicho mil veces, la maternidad es muy dura. Mucho.
Puede ser que si eres de esas mamás que disfrutan al máximo de ser madre, o de las que se lo pasan pipa en las fiestas de los niños o desean que llegue la hora de ir al parque, no entiendas mi punto de vista. No pasa nada, es totalmente lógico. Pero seguro otras muchas me entenderán a la perfección y se verán reflejadas en mis palabras.
No me siento mala madre, todo lo contrario. Me siento la mejor mamá para mi hijo. Peeeero de vez en cuando, me gusta malamadrear. Culpable. Y se que a muchas, que aunque no lo dicen, seguro lo piensan, también les gustaría soltarse el melenón de vez en cuando y darlo todo un día sin el buen o la buena hij@ de por medio.
La conclusión perfecta a la que llegamos todas y con la que sin duda me quedo es que cada persona lleva la maternidad como le da la gana. Madres protectoras, madres despreocupadas, madres aterradas, súper madres, madres maniáticas, madres pesadas, madres juerguistas, madres emprendedoras, todas ellas madres y sólo por eso, ¡Merecen nuestro respeto!
¡Vívan las malasmadres por que gracias a ellas existen los buenos hijos!
Todo muy bonito y la realidad. Tenia q ser asi pero hay q respetar como tu dices todas las posturas q uno decida hacer como madre un beso grande. Y me gusta tu opinion
ResponderEliminarYo también necesito mi espacio, pero es que hasta los niños lo necesitan y si ellos andan buscando el ser pequeñas personitas independientes, con sus amigos, sus excursiones... Sus opiniones! X qué nosotras no vamos a tener esos ratitos? Hay que respetar todo, como dices, peeeero, shhhh, ahora que no nos oye nadie te diré que creo que hasta las "nacidas" para ser madres más allá de 24 horas al dia y toooodos los días del año, también sueñan con una escapadita con sus chicos o un ratito de relax leyendo un libro o recibir un masaje.... ;)
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo guapa!
EliminarUn besote
Pienso igual, yo tambiñen necesito mi especio (y Princess el suyo oye!) y no puedo ni quiero ser " mamá 24 horas", spy mamá, pero también mujer con inquietudes, como bien dices. Un beso guapa!
ResponderEliminarOle tú! Di que si! A veces nos da miedo enfrentarnos a separarnos demuestras pequeños pero de verdad que todos necesitamos desconectar y ¡ellos también!
Eliminarbesos!
Se borró el comentario! Acabo de encontrar tu entrada por casualidad... Me ha gustado mucho! Cuando hablábamos de "dejar cosas atrás" me refería más a la "renuncia" que muchas veces tenemos que hacer cuando tenemos hijos y nos hace sentir mal cuando no llegamos a todo! Pero veo que te habías propuesto desde el principio cuidar mucho tu espacio. Enhorabuena!! Gracias y un abrazo!! Ana
ResponderEliminarMe encanta!!
ResponderEliminarA mi la maternidad me ha descolocado por completo, era una jovenzuela alocada, super activa, independiente....y tenía en mi pensamiento ser así con mi pequeño pero....no se que ha pasado...me he convertido en una "leona superprotectora"!!!
No quiero dejarlo con nadie, me apetece hacer cosas pero las anulo para estar con él, no me gusta nada este desasosiego y este sinvivir constante...no me reconozco.
Quizás es por que es aún un bebe de 4meses bastante diablillo y temo a que pase un mal rato, imagino y espero que esto cambie.
Creo que como muy bien dices la maternidad descoca, y mucho. Unas veces estas que te comes el mundo y hay personas, como en tu caso, que te vuelves súper protectora, cosa que no es malo. Simplemente es diferente de como pensabas que seria. La maternidad es un proceso desconocido y por eso nuestras reacciones a veces son distintas a lo que teníamos en mente. Lo importante es ser feliz.
EliminarDe todos modos, no temas porque él pase mal rato, porque ellos se quedan encantados. Mi pequeño solo dormía del tirón cuando le dejábamos con los abuelos. En fin, veras que un ratito libre de vez en cuando y dedicarte a ti viene muy pero que muy bien!
Besos!